Cerrar
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

PP y Ciudadanos se han autoexcluido de la partida. Las negociaciones para salvar la investidura se juegan en el terreno de PSOE y Podemos y ni Pablo Casado ni Albert Rivera contemplan un movimiento hacia la abstención que frene la repetición electoral.

Creen que la batalla que se libra es la de la hegemonía de la izquierda y dan por sentado que o el pacto entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias fructifica o la segunda parte del asalto se librará en las urnas. Aunque entonces la presión para el desbloqueo se sitúe también sobre sus cabezas.

Agosto ha sido un mes de perfil bajo para el líder del PP, pero, sobre todo, para el de Ciudadanos, desconectado del debate público durante el descanso estival. Casado y Rivera no se han visto especialmente interpelados estas semanas, con el foco situado en las negociaciones —o ausencia de ellas— entre el PSOE y Podemos.

El debate, tímido e incipiente, que pudo darse en las filas populares sobre una abstención, la misma que Mariano Rajoy pidió a los socialistas en 2016, quedó reducido a la nada. Ni la dirección estaba en esa clave ni los que barajaban un gesto de responsabilidad creyeron que se daban las circunstancias. Pero, de convocarse nuevas elecciones, fuentes populares asumen que «crecerán» las llamadas a tomar una decisión que demuestre su sentido de Estado.

Eso sí, pronostican que primero las miradas se centrarán en Podemos. Después, en la derecha. Sin olvidar, recuerdan, que ahí Ciudadanos podría ser el principal aludido, dado que hace tan sólo tres años cerró un pacto programático para la investidura, finalmente fallida, de Sánchez.

Cargando contenidos...