La Diada no logra ni una tímida tregua en la secesión
Solos y además peleados. Así afrontan los independentistas la manifestación de la Diada del 11-S de pasado mañana, en la que participarán miles de personas, pero una vez más no habrá representación oficial de las fuerzas no secesionistas, que representan al 53% de la población catalana. El PSC, Ciudadanos y el PP no han participado nunca, mientras que los comunes anunciaron ayer que no acudirán pues consideran que la protesta organizada por la ANC y Omnium «no es inclusiva».
Será, como en las siete últimas ediciones, una movilización de signo únicamente independentista. El movimiento llega en el momento más delicado desde 2012, año en que arrancó el proceso secesionista. La lucha por el liderazgo del soberanismo y la negociación para pactar una respuesta a la sentencia del Supremo contra los líderes del ‘procés’ han convertido las relaciones entre los secesionistas en una guerra de guerrillas.
En un último intento, los presos y los huidos al extranjero llamaron ayer a la unidad para hacer del 11-S una movilización excepcional, que sirva de paso previo a la respuesta al fallo del TS. «Para volver a hacerlo, hay que volver a estar», animaron en una carta conjunta Dolors Bassa, Toni Comín, Jordi Cuixart, Carme Forcadell, Joaquim Forn, Anna Gabriel, Oriol Junqueras, Clara Ponsatí, Lluís Puig, Carles Puigdemont, Raül Romeva, Josep Rull, Marta Rovira, Jordi Sànchez, Meritxell Serret y Jordi Turull.