La Eurocámara prohíbe la entrada a Puigdemont fruto de la euroorden
El independentismo catalán concede una nueva paradoja. Su líder Carles Puigdemont, huido en Bélgica desde hace dos años, vuelve a tener absolutamente prohibida la entrada al Parlamento Europeo. Mientras que uno de sus exconsejeros, Toni Comín, también fugado en este país, sí podría pisarlo. Los dos obtuvieron escaños en las elecciones del pasado 26 de mayo. Como es sabido ninguno puede entrar en calidad de eurodiputado porque no han llegado a tomar posesión. Pero ahora el portazo para el primero es absoluto, mientras que el segundo sí podría pasar los controles como invitado. ¿La diferencia? La tercera euroorden que desde la tarde del lunes pesa sobre Puigdemont.
El presidente del legislativo comunitario, el socialista italiano David Sassoli, ha rescatado del cajón una disposición que fue activada por primera vez en 2017 por su predecesor, el conservador, Antonio Tajani. Se apoya en que las normas sobre privilegios de las instituciones comunitarias otorgan al Parlamento Europeo la condición de espacio «inviolable». Y eso significa que, si no es con el permiso de su máxima autoridad, en este caso de Sassoli, ni siquiera la Policía belga puede cruzar sus puertas en el supuesto de que tuviera que arrestar a alguien. Así que como medida preventiva se ha puesto en alerta a los servicios de seguridad de la institución para que impidan el paso del líder independentista.
El pasado 15 de febrero, el «riesgo para la seguridad» fue el principal argumento que empleó Antonio Tajani para cancelar un acto de Quim Torra y Puigdemont, que se trasladaría después a un céntrico hotel bruselense. Previamente varios europarlamentarios habían requerido a Tajani la suspensión de la charla en una carta conjunta.
Sin embargo, el expresidente catalán ha entrado posteriormente en varias ocasiones invitado por eurodiputados que simpatizan con el movimiento secesionista.