Rivera abandona la política tras el descalabro electoral y pide que no se vuelva al odio y sectarismo
agencias | madrid
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha anunciado este lunes que deja la Presidencia del partido y que también renuncia a su escaño en el Congreso y deja la política tras el batacazo electoral sufrido en las elecciones generales de este domingo, en las que perdieron más de 2,5 millones de votos y 47 escaños. Así lo ha transmitido Rivera en la reunión de la Ejecutiva celebrada este lunes en la sede nacional de Cs y después lo ha explicado ante los medios de comunicación en una comparecencia pública donde ha sido recibido con un largo aplauso de sus compañeros. «Anoche ya avancé que iba a asumir todas las responsabilidades en primera persona» porque «un líder tiene que dar la cara» y «siempre he intentado ser valiente y coherente», ha manifestado, añadiendo que será la militancia en un Congreso extraordinario la que decida el rumbo del partido.
La salida de Rivera se produce un día después de que Cs descendiera hasta el 6,8% de los votos, frente al 15,9% que consiguió en los comicios de abril, y pasara de 57 escaños en el Congreso a solo diez, quedando como sexta fuerza política tras haber ocupado la tercera posición.
UN ESPACIO LIBERAL Y DE CENTRO
Rivera ha recordado los orígenes del partido, del que era presidente desde sus inicios en Cataluña en 2006, cuando «nadie confiaba» en él y, aun así, lograron entrar en el Parlament e incluso ganar las elecciones autonómicas en 2017.
A partir de 2014, llegó la expansión nacional de un proyecto «liberal y constitucionalista» que actualmente cuenta con siete eurodiputados en el Parlamento Europeo, que «gobierna para 20 millones de españoles» en cuatro comunidades autónomas y 400 municipios, ha destacado.
En este contexto, ha lamentado que, tras lograr el mejor resultado de su historia en las elecciones generales de abril, este domingo llegara el batacazo pese a haberse presentado con los mismos candidatos, el mismo programa y las mismas propuestas.
Pero «hemos conseguido que España tenga un espacio liberal, un espacio de centro», ha resaltado Rivera, que ha defendido que ese espacio existe porque hay «muchos españoles» que así lo desean.
«RESPONSABILIDAD Y COHERENCIA»
Aun así, ha justificado su decisión de dimitir como presidente del partido «por responsabilidad» y «por coherencia», ya que en un proyecto colectivo «los éxitos son de todos» pero «los malos resultados son del líder». Eso es lo que le enseñaron sus padres, sus profesores y sus entrenadores, según ha explicado.
Respecto al escaño por Madrid que ha revalidado en las urnas, ha dicho que renuncia a él porque «alguien que se sentía orgulloso y feliz de entrar por la puerta del Congreso» para «servir al pueblo español» no puede «asumir ser diputado solo por una nómina». Por ello y por «el bien del proyecto», ha optado por dejar paso a otro diputado que pueda cumplir esa responsabilidad «al 120%».
Asimismo, Rivera ha comunicado su decisión de dejar la política, en la que ha confesado haber «disfrutado y aprendido muchísimo» y que le ha permitido «conocer a gente maravillosa». «Pero vengo de la sociedad civil, tengo una profesión, me han enseñado a trabajar y es lo que quiero hacer», ha añadido.
SE DEDICARá MAS A SU FAMILIA
Según ha afirmado, «la vida es mucho más que la política» y a partir de ahora quiere «seguir siendo feliz» alejado de ella, «con gratitud, sin rencor, sin mirar atrás, satisfecho del trabajo bien hecho y de haber liderado un partido sin un solo caso de corrupción». Creo que ha llegado el momento de servir a mis padres, que dejen de sufrir; a mi hija, a la que le he dedicado menos horas de las que debería y menos fines de semana de los que me tocaban; a mi pareja, que ha estado a mi lado aguantándolo todo, contra viento y marea en todo momento; a mis amigos, que me veían por la tele y quiero que me vean con ellos tomando un vino», ha declarado, dando las gracias también a sus compañeros de partido.
PANORAMA TRAS LAS ELECCIONES
Ahora «voy a ser mejor padre, mejor hijo, mejor pareja y mejor amigo» y «seguiré en la vida pública en algún lugar, en algún trabajo», ha señalado. Por último, el ya exlíder de la formación naranja ha expresado su preocupación por la situación política tras el resultado electoral: «Como alguien moderado, liberal y constitucionalista, me preocupa el país que hay que gobernar ahora». Tras desear «suerte y mucho acierto» a los políticos y los partidos que deberán tomar decisiones, ha pedido que no se permita «que este país vuelva a los rojos y los azules, al odio y al sectarismo». «Es el momento de unir a los españoles», de intentar «darnos la mano para tender puentes», ha defendido. Rivera ha terminado su comparecencia reivindicando la unidad nacional, la igualdad, la libertad y los valores constitucionales y se ha despedido con un «hasta siempre, hasta luego, hasta pronto» y un «viva la libertad».
El Consejo General de Ciudadanos celebrará una reunión en un plazo máximo de quince días para nombrar una gestora que se hará cargo del partido y convocará un congreso extraordinario en el cual se decidirá el futuro de la formación naranja.
Según se ha informado desde el partido, el Comité Ejecutivo ha quedado disuelto tras la salida de Rivera por el batacazo sufrido en las elecciones generales de este domingo, de manera que ahora no hay una cabeza visible al frente del partido. De hecho, de momento no está claro quién acudiría en representación de Cs a la ronda de consultas que hará el Rey Felipe VI con los líderes políticos de cara a la investidura del próximo presidente del Gobierno.
La gestora que se constituya, de la que formará parte el presidente del Consejo General, Manuel García Bofill, deberá convocar a la Asamblea General. Hasta que se celebre este congreso, será la gestora nombrada por el Consejo General la que se encargue de gobernar transitoriamente los órganos del partido.