El juicio que puede precipitar el adelanto electoral en Cataluña
Quim Torra se sentó ayer en el banquillo de los acusados el mismo día que cumplía año y medio como presidente de la Generalitat. La legislatura catalana no ha llegado ni al ecuador y hace tiempo que se da por amortizada, no solo por los grupos de la oposición, también desde las fuerzas soberanistas. El juicio puede ser la puntilla para el mandato de Torra. El jefe del Ejecutivo catalán se enfrenta a una pena de 20 meses de inhabilitación, según la petición de la Fiscalía. El abogado del presidente, Gonzalo Boye, dijo en la previa de la vista oral que se espera una sentencia rápida, igual que la instrucción y el desarrollo del juicio, y que en poco menos de un mes podría conocerse la decisión del alto tribunal catalán.
Una condena del presidente de la Generalitat abriría de lleno el debate en el independentismo sobre el adelanto electoral. Su inhabilitación no le obligaría a abandonar el cargo de inmediato, ya que podría —y eso se espera que haga— recurrir el fallo ante el Tribunal Supremo, como hizo Artur Mas con su condena por organizar la consulta soberanista del 9-N de 2014. Lo que tarde el Supremo en resolver el recurso, y en consecuencia en convertir o no en firme la sentencia, marcará el futuro de Torra como jefe del Ejecutivo catalán. Fuentes republicanas señalan que si Torra es condenado las elecciones deberían ser inminentes. Aunque el dirigente nacionalista recurriría al Supremo, desde Esquerra señalan que no pueden estar esperando a que se dicte una sentencia firme para convocar elecciones. «La iniciativa tiene que ser nuestra, no de un tribunal», apuntan.
Las causas sin penas de cárcel suelen alargarse en el Supremo en torno a un año. Ese es el tiempo máximo que tendría Torra para llamar a los catalanes a las urnas. Aunque se antoja mucho, pues el propio presidente de la Generalitat admitió la semana pasada en Catalunya Ràdio que se siente poco apoyado en el Ejecutivo.
Los presupuestos de la Generalitat serán el primer momento crítico. En ERC llevan tiempo avisando de que este Gobierno no puede seguir con las cuentas prorrogadas por tercer año consecutivo. En esta variable podría cruzarse la investidura de Pedro Sánchez.