Rusia envió espías de élite a Cataluña en momentos claves del ‘procés’
m. sáiz-pardo | madrid
La Comisaría General de Información de la Policía Nacional investiga desde el pasado marzo la presencia en Cataluña de miembros del Departamento Central de Inteligencia (GU o GRU), los servicios de espionaje militar rusos. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, que ya mantiene abierto un macro sumario sobre los incidentes posteriores al procés y las actividades de grupos como los CDR o Tsunami Democràtic, coordina esta investigación que se mantiene en el más estricto de los secretos.
Según informó ayer el diario El País, y confirmaron diversas fuentes policiales y de los servicios de seguridad del Estado, las sospechas se centran en la presencia en Cataluña de agentes de uno de los grupos de élite del espionaje del Kremlin, la denominada Unidad 29155, cuyo nombre ya aparece vinculado a presuntas maniobras de desestabilización política en diversos países de la Unión Europea.
Supuestos miembros de esta unidad fueron localizados por el CNI y los servicios secretos británicos (que luego traspasaron la investigación a la Policía) en Barcelona en fechas cercanas al referéndum del 1 de octubre de 2017, según han revelado fuentes cercanas al caso.
Uno de los agentes de esta unidad de élite rusa que habría trabajado en España durante el procés es, Denis Vyacheslavovich Sergeev alias Sergey Vyacheslavovich Fedotov. Según fuentes de la investigación, en su primer viaje estuvo seis días en Barcelona, entre el 5 y el 11 de noviembre de 2016, poco antes de que se activara el Pacto Nacional por el Referéndum. Regresó a Moscú vía Zurich. Sergeev volvió a Cataluña otros diez días, entre el 29 de septiembre y el 9 de octubre de 2017, cuando regresó a Moscú, vía Ginebra, tras permanecer en la capital catalana en las jornadas álgidas de la intentona separatista, incluido el domingo 1 de octubre, el día del referéndum ilegal.
Según la web de investigación Bellingcat , este espía de élite, oficial de alto rango del GRU y graduado de la Academia Diplomática Militar de Rusia, ha realizado en los últimos nueve años numerosos viajes a países de Europa, Asia Central y Oriente Medio en momentos especialmente delicados, como cuando se desplazó a Londres justo antes y después del referéndum del brexit en 2016.
Bellingcat y The New York Times han vinculado a la Unidad 29155 con el intento de asesinato en el Reino Unido del exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia, envenenados en marzo de 2018; con un frustrado golpe de Estado en Montenegro en octubre de 2016; con el intento de asesinato del traficante de armas búlgaro Emilian Grevev en 2015; o con una campaña de desestabilización en Moldavia.
Aunque las investigaciones sobre la supuesta injerencia rusa en Cataluña se han judicializado recientemente, el CNI y otras agencias de seguridad vienen denunciando las maniobras del Kremlin para alentar el proceso soberanista desde otoño de 2017. Las advertencias más recurrentes, según han revelado fuentes cercanas a los servicios de inteligencia, han sido las del Departamento de Seguridad Nacional (DSN), el gabinete que desde 2012 asesora al presidente del Gobierno sobre los riesgos para el país.