El nacionalismo es «un problema de Europa»

El nacionalismo como un «problema común de toda Europa» y el Partido Popular Europeo como «la mejor vacuna» contra el populismo. Sobre esos dos ejes se centró el discurso del presidente del PP, Pablo Casado, durante su intervención ayer en el congreso de los populares europeos en Zagreb (Croacia), y en el que también aprovechó para felicitar al exprimer ministro de Polonia Donald Tusk por su designación como nuevo presidente del PPE en sustitución del francés Josep Daulh.

Un claro mensaje hacia los independentistas catalanes, cuya principal aspiración desde el referéndum del 1-O ha sido la de internacionalizar el conflicto en busca de apoyos desde el exterior. Algo que se antoja harto difícil con el PPE, en el que Casado se pudo explayar tildando de «veneno» o definiendo al ‘procés’ como un «independentismo xenófobo» que «una minoría totalitaria» quiere imponer en Cataluña. Todo para remarcar, en sus propias palabras, que «cualquier problema de nacionalismo en un Estado miembro o en una región europea es un problema de toda Europa». El líder del PP no olvidó agradecer a los presentes la «firmeza inequívoca» para combatirlo y que no tenga «eco en las instituciones comunitarias».