ERC sube el listón y exige a Sánchez que el diálogo sea entre los gobiernos
ramón gorriarán | madrid
Esquerra Republicana precisó ayer que el «diálogo entre iguales» que reclama al PSOE no se refiere a que delegaciones de los dos partidos se sienten alrededor de una mesa. Es «entre gobiernos», subrayó la secretaria general adjunta de los republicanos, Marta Vilalta. Esa es la condición para que ERC «facilite» la investidura de Pedro Sánchez.
Los republicanos pretenden que los equipos negociadores designados acuerden el marco general en el que después la Moncloa y la Generalitat deberían llegar un acuerdo. Un planteamiento que supone una vuelta de tuerca porque los socialistas partían de la idea de que la mesa de diálogo o negociación debía de estar formada por su parte por la portavoz parlamentaria Adriana Lastra, los secretarios de Organización de PSOE y PSC, José Luis Ábalos y Salvador Illa, mientras que por Esquerra estarían Gabriel Rufián, Vilalta y el presidente del consejo nacional de ese partido, Josep María Jové, imputado en una de las causas del 1-O que se instruyen en Cataluña.
El diálogo, además, debe contemplar cuatro premisas «muy claras», según los republicanos. La mencionada de que lo protagonizarían los gobiernos y no los partidos; no habría temas excluidos y se podría hablar «de todo»; con un calendario; y con garantías de cumplimiento de los acuerdos. Esquerra ha adelantado que pondrán sobre la mesa la amnistía para los líderes del procés condenados y la autodeterminación. Una pretensión que hará saltar chispas porque el PSOE ya ha dejado claro que la agenda no puede desbordar los límites constitucionales, y en ellos no encajan los dos asuntos que los republicanos quieren poner sobre la mesa.
Esquerra ha dado este paso acogotada por las críticas internas de sus sectores más radicales y por la presión de Carles Puigdemont, Quim Torra y JxCat, que denunciaron que el diálogo entre partidos era «un paripé» para escenificar un acuerdo precocinado. Fuentes republicanas salieron ayer al cruce para asegurar que si plantean una negociación al más alto nivel es porque buscan la resolución del conflicto en Cataluña no para dejar que pase el tiempo y entregar su respaldo gratis a la investidura del líder socialista.
Ni la Moncloa ni el PSOE respondieron ayer al último planteamiento de Esquerra, pero el líder del PSC apuntó que «no debe ser una cuestión insalvable». Si se está de acuerdo, explicó Miquel Iceta, en que el diálogo es «la fórmula», la única línea roja es «el marco de la ley». No va a ser un proceso fácil, es más, avisó, serán «unas negociaciones complejas y delicadas». Unas dificultades que ponen en el alero el objetivo de Sánchez de formar su Gobierno en las «próximas semanas», en todo caso antes de fin de año.
Entre los socialistas, a pesar de estas nuevas exigencias de Esquerra, reina el optimismo respecto a la investidura de Sánchez, aunque los números digan en este momento que no es posible porque hay más rechazos, 181 diputados, que apoyos, 169.