Diario de León

Sánchez busca ser investido el 7 de enero tras aceptar una consulta a los catalanes

Los socialistas insisten en que todo lo que se acuerde en la mesa pactada con ERC cabrá en la Constitución

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Pedro Sánchez lo tiene todo prácticamente atado para poder ser investido el próximo martes, 7 de enero. Casi dos meses después de recibir un varapalo en las elecciones generales del 10 de noviembre, a las que se lanzó convencido de salir reforzado, el secretario general del PSOE se prepara para gobernar con los socios a los que, paradójicamente, dio la espalda tras los comicios de abril por temor a verse embarcado en una legislatura inestable y llena de sobresaltos.

El sábado 4, a las 9.00 horas, presentará ante el Congreso de los Diputados su programa de Gobierno, pactado con Unidas Podemos y recibido con enorme prevención por el mundo empresarial. El 5, víspera de Reyes, lo someterá a una primera votación, pero será dos días más tarde cuando obtendrá, salvo sorpresa de última hora, la confianza de la Cámara por mayoría simple.

El anuncio con las fechas de la investidura llegó de la mano de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, el último día del año, después de que Sánchez hiciera públicos el lunes tanto el acuerdo suscrito con Pablo Iglesias, como el pacto que le garantiza el ‘sí’ de los seis diputados del PNV y por el que, entre otras cosas, se comprometió a impulsar «las reformas necesarias para adecuar la estructura del Estado al reconocimiento de las identidades territoriales (...) atendiendo a los sentimientos nacionales de pertenencia».

Aún falta que el Consell Nacional de Esquerra comunique formalmente este jueves su intención de abstenerse pero tanto socialistas como podemistas lo dan por sentado. El presidente en funciones, que defendía que, en lugar de exigir un diálogo bilateral con el Gobierno, lo que debían hacer los independentistas era «reconocer» y sentase a hbalr con la mayoría de su comunidad que no pensaba como ellos, ha aceptado ahora la creación de una mesa de diálogo con la Generalitat. Y lo más importante para la formación de Oriol Junqueras: ha accedido a someter a la votación de los catalanes, mediante una consulta, lo que eventualmente se acuerde en ese foro.

Los socialistas quitan hierro a esa decisión. «Vamos a ver exactamente cómo hacer eso, en que momento y sobre qué acuerdos» , dijo el martes el secretario de Organización del partido, José Luis Abalos. En privado, recuerdan que el refrendo popular es, por ejemplo, necesario para avalar una reforma estatuaria, perfectamente constitucional. Sin embargo, en vísperas de que Esquerra dé luz verde a su Ejecutivo de coalición con Iglesias eluden dar más explicaciones que, por un lado, tranquilizarían a parte de los suyos pero, por otro, podrían enervar al secesionismo.

Ultimos flecos

Las cuentas del PSOE, en todo caso, pueden estar aún sujetas a algún pequeño susto. En estos momentos, cuenta seguro con 164 votos a favor: los suyos propios, los de Unidas Podemos, los del PNV y los de Más País y Compromís. En contra tiene 163: los del PP, Vox, Ciudadanos, Junts per Catalunya y la CUP. En el mejor de los escenarios, siempre que lograra el ‘sí’ del Partido Regionalista de Cantabria, el BNG, Teruel Existe y CC-NC, Sánchez podría alcanzar incluso los 169 escaños, pero le bastaría con que esas fuerzas minoritarias se abstengan.

La diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, ya advirtió sin embargo de que si veía algo que no le gustara en el pacto del PSOE con el independentismo negaría su apoyo y el martes el presidente cántabrotambién lanzó un aviso similar y pidió que «nadie cuente, de momento» con su respaldo. «Ninguna carretera, ningún AVE, nada justifica el que nos carguemos la unidad de España», dijo.

Con todo, los socialistas disponen del comodín de Bildu, que entre hoy y mañana defenderá ante sus bases la abstención de sus cinco diputados porque considera que un gobierno de la «naturaleza» del que se ha pactado con Unidas Podemos es la «última oportunidad» para demostrar que existen condiciones par una «democratización real del Estado».

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