La incertidumbre se hace fuerte en la investidura hasta el último minuto
Los socialistas confían en que la inhabilitación de Torra no afecte a la abstención de ERC
No fue ayer una jornada fácil para los socialistas. A menos de 24 horas del inicio del debate de investidura de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, el PSOE no podía garantizar aún al cien por cien que las cuentas les fueran a ser favorables y la decisión de la Junta Electoral Central de inhabilitar a Quim Torra, atendiendo los recursos del PP y Ciudadanos, no hizo sino añadir incertidumbre a la situación. En la dirección del partido dan por hecho que Esquerra, que hoy a las 10.30 reunirá a su ejecutiva de forma extraordinaria para analizar la situación, se mantendrá fiel a lo pactado y acordado este jueves por su Consell Nacional, pero con cierta «prudencia».
Incluso en el caso de que todo salga según lo previsto, además, la situación genera cierta inquietud. Los números están tan ajustados que el mínimo imprevisto que afectara a los diputados socialistas o a quienes han comprometido su ‘sí’ en la votación que tendrá lugar el próximo martes -una baja de último minuto o un despiste- la pondría en peligro. Y a nadie se le oculta, además, que el difícil equilibrio alcanzado para poder formar Gobierno tras ocho meses en funciones, no solo augura, en palabras de un dirigente del PSOE, una sesión plenaria «de infarto» sino una legislatura muy compleja y en la que costará legislar.
El propio secretario de Organización, José Luis Ábalos, vino a reconocerlo poco después de que la ejecutiva socialista diera el visto bueno tanto al acuerdo para un Gobierno de coalición suscrito con Unidas Podemos como a los alcanzados con fuerzas como Esquerra Republicana de Catalunya o el PNV para la investidura; textos que ya se habían cerrado y hecho públicos sin pasar previamente por los órganos del partido. A pesar de que durante las negociaciones se dijo que con la formación que dirige Oriol Junqueras se había hablado también de asuntos como inversiones o medidas sociales, el pacto firmado no compromete en ningún caso el apoyo a los Presupuestos o a cualquier otra iniciativa. Y eso complica el día a día.
«Somos rehenes de las mayorías del Parlamento; tanto de unos como de otros -dijo el también ministro de Fomento en funciones-. Así funciona el juego parlamentario. Nos va a tocar mucha negociación política con todos los grupos parlamentarios porque tienen todos mucha relevancia en un Parlamento más fragmentado y con más representación que nunca». El dirigente socialista defendió, sin embargo, que Esquerra, en concreto, será la primera interesada en que la legislatura siga adelante si de verdad tienen voluntad de que la polémica mesa de diálogo entre gobiernos, en la que pretenden abordar lo que ambas partes han convenido en definir como el «conflicto político» de Cataluña, avance y dé resultados.