Cerrar
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Pedro Sánchez y Pablo Casado afrontarán el lunes a mediodía en la Moncloa su primera cita desde la investidura sin haber abonado previamente el terreno para los acuerdos.

El encuentro, a instancias del jefe del Ejecutivo, se producirá en un clima de profundo distanciamiento entre PSOE y PP, pero con una agenda de asuntos pendientes, como la renovación de los órganos constitucionales, que exigen el consenso entre ambos partidos para su desbloqueo en el Congreso y el Senado.

El líder del PP, que ya avanzó su intención de acudir a cualquier convocatoria del presidente, atendió ayer la llamada del jefe del Ejecutivo. En su entorno enmarcaron la reunión en el «respeto institucional».

Fuentes del partido dejaron constancia de que los argumentos acumulados contra el Gobierno en las últimas semanas serán materia a tratar en la Moncloa. No anticiparon lo que el encuentro podría alumbrar, pero sí confirmaron que Casado aprovechará la cita tanto para abordar la «cuestión» de Cataluña y el «frenazo» económico como para «mostrar su preocupación por la degradación institucional que se ha producido en este mes de coalición».

Superados los pactos de gobierno con Podemos y la investidura con Esquerra, los populares han hecho pivotar buena parte de su discurso de oposición en las primeras decisiones del Ejecutivo, especialmente en materia de nombramientos. El PP prepara incluso un recurso para llevar al Tribunal Supremo la designación de Dolores Delgado como fiscal general cuando el proceso para su elección haya concluido.

En la formación conservadora sostienen que la transición de la extitular de Justicia del Consejo de Ministros al nuevo cargo podría vulnerar los artículos del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal que se versan sobre el principio de imparcialidad. Recuerdan que este nombre tampoco contó con el certificado de «idoneidad» del Consejo General del Poder Judicial. Pero, además, enmarcan la decisión del Gobierno en una estrategia para «tomar la justicia» y hacer guiños al independentismo.

A todo esto se estaría refiriendo el PP cuando habla de «degradación institucional». Y este fue, además, el principal argumento que esgrimieron los populares en enero para enfriar, al menos de momento, la posibilidad de renovar con el PSOE el CGPJ. | NURIA VEGA