«No seré rehén de ningún partido, ni siquiera del mío»

El presidente de la Xunta y líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, proclamó ayer que no será «rehén de ningún partido, ni tan siquiera del mío» -dijo- y se describió como un «candidato libre» que solo se debe a los gallegos «y nada más».

En el acto de su proclamación como candidato, celebrado en el Auditorio Mar de Vigo ante unas 500 personas, Feijóo, que se emocionó al declarar su amor y respeto por Galicia, que «lo es todo», afirmó también que no concurrirá a las elecciones del 5 de abril para «liderar un bloque de partidos».

Se presenta, añadió, «para ser el presidente de los gallegos sin excepción», con independencia de «lo que piensan, lo que sientan y voten a quien voten».

«Quiero ser un presidente libre para defender a los gallegos y cumplir los compromisos. Y como queremos una Galicia libre, no quiero una Galicia gobernada por las imposiciones de nadie», reiteró.

Incidió en que, actualmente, la política acostumbra a «dividir en bloques», pero matizó que el proyecto del PP de Galicia «no pertenece, ni lo pretende, a ningún bloque», sino que está pensado «para la mayoría de los gallegos».

Feijóo también garantizó que no ofrecerá lo que critica de sus adversarios políticos: «divisiones, imposiciones, intransigencias, sectarismos, inestabilidad, ni escorarnos -aseguró- hacia izquierda o derecha».

«Me presento para dar estabilidad, representar el entendimiento de la mayoría de gallegos, gobernar para todos y deberme solo a los gallegos. Lo diré todos los días», aseveró.

El líder del PP gallego prometió que si saca una cuarta mayoría absoluta no formará un gobierno «sometido a los intereses de algunos ni a las minorías de otros».

En su discurso lanzó mensajes para todos, empezando por «nacionalistas e independentistas», a los que dijo que Galicia debe aspirar a ser «más española y europea»; a los «populistas», que «las políticas que funcionan, solo esas, son las que de verdad sí se puede» llevar a cabo.

En cuanto a otras formaciones de derecha, indicó que el PP ha defendido «siempre» la unidad de España, «y ahora resulta que tenemos que tomar lecciones».

Y respecto al PSOE, dirigió su dardo al Gobierno central, al que reclamó el mismo «respeto» que Galicia y sus instituciones le tienen «por más que incumplan, no paguen lo que deben y por sectarios que sean».

Feijóo planteó las elecciones gallegas como una disyuntiva «entre división o unidad, entre posiciones extremas o la moderación y el entendimiento; entre la intransigencia y la dureza o la firmeza en los principios, entre el sectarismo partidista o un gobierno abierto».

«Estoy aquí para ganar unas elecciones, pero, sobre todo para que Galicia salga ganando», dijo, y añadió: «no nos perdemos nada por no repetir lo que no funcionó en Galicia, ni lo que está sucediendo en España».

En las intervenciones previas, tanto el presidente del PP de Pontevedra, Alfonso Rueda, como la presidenta de la gestora de Vigo, Corina Porro, agradecieron a Feijóo que decidiera presentarse por cuarta vez a las elecciones gallegas.

Rueda coincidió con Feijóo en que deben centrarse en el PP y no mirar al resto de partidos, aunque no pudo resistir a la tentación de lanzar alguna crítica.

Del líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, dijo que al PP le «conviene que hable mucho», en vista de «la cara que ponen» sus propios compañeros de bancada cuando interviene en el Parlamento.