«Es importante incorporar el talento femenino a la sociedad»

Hilde Pérez es la primera leonesa que participará en la expedición a la Antártida, el próximo verano, con la Fundación Homeward Bound que apuesta por la creación de una red de mujeres líderes a favor del planeta. Directora del Departamento de Ingeniería Mecánica, Informática y Aeroespacial de la Escuela de Ingenierías Industrial, Informática y Aeroespacial de la ULE, estudió la carrera en los años 80. La inclinación por la técnica y el referente de un hermano ingeniero marcaron su camino. «Era el año 84, apenas había mujeres. De casi 150 alumnos, no más de 6-8 mujeres en clase», recuerda. La rama de ingenierías y arquitectura se consideraban «oficios de hombres. Ni siquiera se usaba la palabra ingeniera, de hecho, en mi título oficial se dice que soy Ingeniero», apostilla. «30 años después, el número de mujeres en enseñanzas técnicas es muy bajo, alrededor del 25%. Se avanza muy lentamente», comenta. Se presentó al reto de Homeward Bound por «una necesidad personal de hacer algo que trascendiese a la actividad académica y de investigación, se trataba de devolver a la sociedad», explica. A partir de su implicación en el fomento de la ingeniería en niñas — «hay que despertar vocaciones en edades tempranas»— una amiga le habló de la fundación. «Se trata de un proyecto muy bonito, es un sueño hecho realidad, y lo digo en sentido literal. Así lo cuenta Fabian Dattner, CEO y fundadora. Se trata de construir una red de 1000 mujeres a lo largo de 10 años (2016-2026) con un objetivo común: trabajar para un mundo mejor a través de liderazgo de transformación», subraya. Hilde Pérez considera que «es importante incorporar el talento femenino al liderazgo porque la sociedad está formada por hombres y mujeres, es diversa y compleja, y esto se tiene que reflejar en todos los ámbitos, especialmente en los de decisión». Relegadas al cuidado de la familia y el hogar, muchas no han podido desarrollar sus capacidades «fuera de ese entorno». Usando un símil deportivo, comenta que «son como jugadoras suplentes. Cuando tiene la oportunidad y sale a jugar, va a salir con más ganas y gran intensidad. Esto es lo que necesitamos, salir a jugar», aclara. El reto de la sociedad es alcanzar la igualdad de oportunidades. Y en el caso de las ingenieras «superar en primer lugar las propias barreras que nos imponemos. Las mujeres tendemos a minusvalornarnos», sentencia la ingeniera.