«Cuido a mi padre desde hace 25 años, es un poco esclavo pero no me amargo»

Ángeles de la Fuente Barrio tiene 76 años y es la cuidadora principal del hombre más longevo de España. Saturnino cumplió 111 años. Desde hace 25 años está al cargo de una de sus siete hijas e hijos vivos. «Cada día le levanto, le aseo, le pongo el parche para que no tenga heridas, le doy el desayuno y le lavo la dentadura. Después me pongo con la casa, las camas y luego la comida. Intento que ande un poco, agarrándole. Pero enseguida me dice: Ya anduve bastante y se sienta en la silla como que ha andado un kilómetro», comenta.

Ángeles dejó de trabajar al casarse, a los 22 años. Tiene dos hijos, uno de 51, y otro de 45 que tiene una discapacidad intelectual. Trabajó para un sastre, en la fábrica de gaseosas La Espumosa de La Corredera y en un taller de toldos, se fabricaban nuevos y se cosían los viejos.

«Salí para casarme y ya casi a cuidar a mi suegro que era mayor. Murió a los tres meses. Más duro fue lo de mi suegra que estuvo durante más de 15 años con alzhéimer. Decía que yo era su madre», explica. «Nunca he tenido apoyo de fuera. No lo he necesitado. Cuando mi suegra, entre mi hijo y su padre la subían desde la sala al dormitorio», añade. Luego se cambiaron de piso, de Trobajo del Camino al Crucero por el ascensor. «Ahora Bernardo está jubilado y me echa mucha mano. Yo le enseñado cómo tiene que sentarle en la cama y cogerle de las manos para levantarle». Asume los cuidados como algo natural. «Me siento bien porque he ayudado. Es un poco esclavo, pero no me amargo, no es mi temperamento. Lo de mi padre es vida y dulzura, lo de mi suegra era terrible», señala. Estos días los pasará en Salamanca a causa de una operación. La red familiar se hace cargo: «Vendrá mi hermana».