Leonesas que empujan la igualdad desde el talento y la superación de barreras

La científica más influyente de España, una ingeniera que irá a la Antártida en una expedición para reforzar el liderazgo femenino, una joven ganadera, la delegada de los equipos de fútbol femenino del Club Olímpico de León, la mujer que cuida al hombre más longevo de España, una teleoperadora de etnia gitana, una madre de familia numerosa y artista recién llegada de Cuba en busca de empleo.

Ocho leonesas que representan la diversidad de las mujeres de la provincia, con sus éxitos y en algún caso con una enorme carga de obstáculos a sus espaldas, ofrecen una radiografía testimonial del 8-M en León.

Una fecha que todas ven necesaria aún. «Se trata de un día importante porque se alza la voz de las mujeres, es un día de reivindicaciones y tiene un gran valor simbólico», señala Hilde Pérez, profesora de la ULE y la primera leonesa que pisará la Antártida con la Fundación Homeward Bound.

«Lo verdaderamente trascendente —apostilla— es conseguir la trasformación de la sociedad, con profundas medidas de cambio. Para afrontar este desafío, hace falta fuerza social, que cada vez es mayor y necesariamente ha de estar formada por hombres y mujeres»,

María José Alonso, la científica más influyente de España según el índice H, es la directora del Laboratorio de Nanomedicina de la Universidad de Santiago. Nacida de Carrizo de la Ribera, considera que el 8-M «aún hace falta. Hay un trasfondo sexista que impregna las redes sociales y la publicidad», a pesar de que hay «una evolución en positivo» con más mujeres en conferencias, comités y en premios.

La invisibilidad de los cuidados y su aportación a la economía sin recibir nada a cambio la representa Ángeles de la Fuente Barrio, una mujer de 76 años que cuida a su padre, de 111, desde hace 25 años. «A los políticos les pide que se preocupen un poco», señala.

Tania Santamarta, ganadera de Villar de Santiago, en Laciana, es una de las activistas de Ganaderas en Red. «El 8-M sigue vigente en parte. Trabajé con maquinaria pesada en el cielo abierto y vi bastante discriminación. Muchas bromas machistas y menos salario. En la ganadería, hay gente que nos dice que si no hay un hombre por medio no salimos adelante», precisa.

Ana M. Díez es fotógrafa de profesión y desde hace dos años la delegada del mayor club de fútbol femenino, el Olímpico de León. Es la intermediaria de un centenar de chicas con el club y sus familias. «La visibilidad que se nos da el 8-M la tendríamos que tener todo el año», reivindica. «Yo soy mujer todos los días y lucho por sobrevivir en un mundo de hombres. Nosotras educamos a los hombres, así que deberíamos enseñarles todo el año».

«Hay que estar alerta para apoyar a las jóvenes, para que sepan que pueden hacer la carrera en igualdad a los hombres», apunta María José Alonso. Postularse para ocupar puestos de responsabilidad o concurrir a premios es algo que está mal visto en las mujeres, añade la científica. «No hacemos lobby y no se propone a las compañeras porque visibilizarse se ve como un problema: se ve feo que nos postulemos, que seamos ambiciosas». Helena Hernández reivindica el coraje de las mujeres gitanas como un valor para todas las mujeres.