Abascal blinda su control sobre Vox en una Asamblea General sin voces críticas
El partido, que espera doblar su número de afiliados, pone en marcha un plan para mantener un discurso idéntico en todas las provincias
Bajo el guion previsto y sin sorpresas de última hora. La Asamblea General de Vox ratificó este sábado en Madrid a Santiago Abascal como presidente de la formación política para los próximos cuatro años después de que su candidatura consiguiera los avales necesarios. Logra así hacerse con el control total del partido en una sesión marcada por la ausencia del sector crítico que encabeza Carmelo González, a los que la organización negó la entrada con el argumento de que "los afiliados no pueden entrar" - el acto se celebró a puerta cerrada, sin medios de comunicación y en presencia solo de sus cargos orgánicos-.
Con 52 diputados nacionales, 57 autonómicos y 540 concejales, la formación de ultradecha da por finalizada su etapa inicial, caracterizada por los resultados residuales en las elecciones y la falta de fondos, y ha modificado sus estatutos en un intento de profesionalizarse. En ese sentido, Pablo Sáez, tesorero de Vox, celebró que los de Abascal no sólo no se han endeudado en un año marcado por las campañas electorales, sino que "ha generado más de 5 millones de euros de beneficio".
Además, Abascal blinda su poder en el partido y su directiva se ha dotado de herramientas para aplacar las posibles futuras crisis internas, como las que se han vivido en los últimos meses en numerosas direcciones provinciales. También se endurece el control sobre los cargos de Vox para que mantengan un discurso idéntico en todas las provincias. Desde la dirección nacional se ha diseñado un plan de formación para sus dirigentes que ya se ha comenzado a impartir a los candidatos a las elecciones vascas y gallegas del 5 de abril.
Otro de los objetivos que se marca el partido para los próximo cuatro años, como avanzó su secretario general, Javier Ortega Smith, es llegar a los 100.000 afiliados, casi el doble del número con el que cerró el año 2019. "Esto es una fabulosa montaña que comenzamos a subir hace cinco años, probablemente estamos ya en la primera base, quedan tiempos muy difíciles y muchísimo por subir", subrayó.
Todas estas cuestiones se pondrán de cara al público este domingo, en el acto que celebra el partido en el palacio de Vistalegre (Madrid), un lugar fetiche para sus mítines de campaña y que otrora fuera la sede favorita de Podemos para sus Asambleas Ciudadanas. Se espera la asistencia de 9.000 participantes.