Consecuencias
Las granjas de Castilla y León se llenan de lechazos tras el cierre hostelero
La organización agraria Coag ha advertido que el cierre de los restaurantes está saturando de lechazos las explotaciones ovinas de Castilla y León por lo que pide que se establezcan medidas para ayudar a los ganaderos que también estás sufriendo la crisis del coronavirus.
La organización agraria ha asegurado este miércoles en un comunicado que los compradores han dejado de adquirir lechazos a los ganaderos por lo que estos tienen que mantenerlos en sus granjas con los gastos de alimentación y costes añadidos que esto supone.
Un problema que, según Coag, se está dando en todas las explotaciones de ovino de Castilla y León, pero principalmente en las de las provincias de Palencia y Zamora.
Por ello Coag ha pedido que se arbitren las medidas necesarias para ayudar a los productores de ovino, que ya padecían una crisis con la caída constante del consumo de carne de ovino y de la producción de corderos en Castilla y León.
En este sentido los ganaderos proponen dos medidas, el almacenamiento de los lechazos congelados para venderlos cuando finalice el estado de alarma, pero perderían parte de su valor ya que no se podrían vender como fresco, y por otro el engorde para la exportación a los países árabes.
Coag ha explicado que cualquiera de las dos medidas requiere apoyo de las administraciones ya que suponen costes y ha recordado que los ganaderos no pueden acogerse a las medidas económicas decretadas por el Gobierno ante la crisis económica derivada del coronavirus, ya que las granjas tienen otros ingresos, como la venta de leche, por lo que es prácticamente imposible cumplir con el requisito de ver mermada su facturación un 75 por ciento de la actividad habitual.
Tampoco sería viable, según Coag, que las explotaciones ganaderas incrementaran el endeudamiento ya que este sector lleva acumulando pérdidas varios años