Las cuadrillas de obreros siguen a pie de obra en toda la provincia

La construcción mantiene el pulso a pesar del coronavirus. Cuadrillas de obreros se dirigen cada mañana a sus puestos de trabajo. De momento, no son considerados un sector de alto riesgo de contagio en los decretos dictados por el Gobierno, por lo que las promociones privadas, las rehabilitaciones, pueden continuar la actividad siguiendo los protocolos de seguridad impuestos por las autoridades. De parar, más de 26.000 puestos de trabajo directos e inducidos en la construcción leonesa se verían en apuros. «Toda esta gente que ves montando el edificio, si esto para se van a la calle», asume el gerente de una de las numerosas obras de construcción que continúan su actividad en el centro de León mientras puedan. Y con la preocupación de que, al no estimarse en su caso la existencia de fuerza mayor, su empresa no tiene acceso a los Ertes auxiliados por el Gobierno.

Pero todo es cosa de tiempo. Javier Vega, en calidad de presidente de la Cámara de Comercio de Léon y también de la Confederación Castellano y Leonesa de la Construcción, no descarta que en un futuro cercano se produzcan cambios para reforzar aún más las medidas de confinamiento y que el sector tenga que parar. En un escenario en el que no lleguen materiales a las obras como consecuencia del desabastecimiento y el cierre de fronteras ya sería un probable argumento para proteger económicamente al sector. «Si esta semana que entra se acabara el Estado de Alarma sería subsanable, pero todo parece indicar que será más tiempo y entonces el Gobierno tendrá que regular más sectores» para recibir ayuda.

Por eso, el mensaje de la patronal de la construcción es de calma. «Si nos paran es porque hay que hacerlo, un respecto a las instituciones que hay que cumplir; el tema es muy serio», advierte. «Se cae rápido y se sube despacio. Y sabemos que la recuperación será complicada: tendrá que haber una moratoria de pagos, se darán problemas de oferta y demanda, falta de confianza empresarial, paro... Pero no hay que perder los nervios, vamos a poder con esto», sostiene. La previsión más realista con la que trabaja es salir del bache durante el tercer o cuatro trimestre del año, pero con un matiz: «Si 2020 será un año de recesión, en 2021 habrá un efecto rebote».

Desde la Asociación de Promotores Constructores de España echan en falta una decisión más contundente por parte del Gobierno que permita la paralización temporal de las obras. «El sector inmobiliario y constructor es uno de los que mayor peso tienen en la economía y, por lo tanto, de mayor empleo, por lo que el impacto en el número de trabajadores y sus familias es muy importante». Reclaman «urgentemente» que se clarifiquen las medidas específicas que debe seguir el sector y su futuro.