Las secuelas mentales
Deprimidos, estresados y con ansiedad anticipatoria
«El impacto del coronavirus dejará secuelas postraumáticas parecidas a las de una guerra», destaca el jefe de Servicio de Psiquiatría del Caule
«Dependerá de la capacidad de resiliencia de cada uno, pero esperamos numerosos cuadros de depresión y ansiedad anticipatoria». El jefe de Servicio de Psiquiatría del Caule, Francisco Luis Rodríguez Fernández, no ahorra detalles a la hora de explicar las consecuencias psicológicas que la enfermedad tendrá sobre la población. El especialista asegura que repuntarán los cuadros que tengan que ver con la ansiedad en sus diferentes formas de presentarse y enfatiza que, sobre todo los trastornos obsesivos compulsivos tenderán a repuntar. Imagínese un enfermo que tiene un ritual de lavarse las manos sin parar y al que se ha tratado para que lo controlara…» El psiquiatra explica que ahora se le da la consigna contraria y nos hace la pregunta retórica: «¿Cómo cree usted que eso le afectará en el tratamiento de su desequilibrio? Le aseguro que reajustar después ese trastorno va a ser muy complicado».
El médico augura que el estrés de las personas mayores será aún mayor. Saben que son los más vulnerables, están aislados de su entorno y, lo peor, asumen que en una situación de emergencia pueden no ser elegidos a la hora de tomar decisiones difíciles... «Puede ser terrible», afirma.
Además, la cuarentena, las muertes, la crisis económica y las consecuencias familiares y sociales que se deriven del confinamiento dejarán secuelas postraumáticas parecidas a las de una guerra, un accidente múltiple, un atentado... El especialista destaca que esta situación la sufrirán más quienes tengan familiares que caigan en esta ‘batalla’. «Has pasado la Navidad con ellos y, de repente, no están y es por algo sobrevenido e inesperado…»
Sobre la salud mental de los sanitarios, Rodríguez lamenta que ya acusan estrés y ansiedad. «Lo que yo veo en el Hospital es que están más tristes. Hay mucho silencio y la gente está asustada, explica al tiempo que predice que subirán los cuadros de angustia entre los profesionales.
ENFERMOS MENTALES
Especial hincapié hace en las consecuencias que el estado de alerta y sus derivadas tendrán sobre la población más vulnerable: los pacientes con enfermedad mental grave. Francisco Luis Rodríguez subraya que, en ocasiones, por su situación de deterioro o por hallarse encerrado en sí mismo, se trata de un paciente que puede no entender ni asumir lo que está ocurriendo. «Nos está costando Dios y ayuda mantener a los pacientes ingresados en la actualidad en Santa Isabel en situación de calma. Están sometidos a un estrés que puede explotar en cualquier momento». El jefe de Servicio del Caule recuerda que dicho hospital tiene habitualmente un régimen abierto y semiabierto y ahora las puertas se han cerrado. «Tratamos de ser flexibles a título particular con determinados pacientes, pero el roce, el estrés y la presión de sentirse encerrados puede desencadenar conductas violentas antes o después». Todo ello también genera situaciones de estrés en el personal que está con el paciente. «Sí, están asustados y tensos», dice.
Francisco Luis Rodríguez aconseja a los leoneses huir de las proyecciones mentales. «Son muy peligrosas y lo estamos haciendo. Anticipar no vale de nada más que para aumentar la ansiedad y el estrés». Al tiempo, recomienda varias claves para mantener la salud mental. Entre ellas, estar en familia, jugar, cantar, salir a la ventana y participar y divertirse. «Los españoles tenemos la capacidad de reírnos de todo y eso nos ayudará». Destaca la ventaja de las redes sociales para evitar el aislamiento y deja claro que los profesionales españoles añaden a su sabiduría, la empatía, esa capacidad de ponerse en el lugar del otro, «un plus que no se estudia en la carrera y no se paga con dinero».
DESAPEGO Y ANSIEDAD
El psicólogo Miguel Ángel González Castañón explica que los datos muestran que la cuarentena es el factor más predictivo de los síntomas por estrés agudo. «Las personas en cuarentena son significativamente más propensas a informar de agotamiento, desapego y ansiedad» y añade que entre las personas confinadas hay una alta prevalencia de síntomas de angustia. Además, los estudios informan de síntomas psicológicos generales, trastornos emocionales, depresión, ansiedad, estrés, bajo estado de ánimo, insomnio, síntomas de estrés postraumático, irritabilidad, ira y agotamiento emocional. «El bajo estado de ánimo y la irritabilidad destacan por tener una elevada prevalencia», afirma.
Por otro lado, incide en que las personas que se encuentran en cuarentena tras haber estado en contacto cercano con un caso confirmado, expresan sentimientos negativos que se significan en temor, nerviosismo, tristeza y culpabilidad. «Son pocos los que tienen de sentimientos positivos, si bien un bajo porcentaje habla de sentimientos de felicidad y de alivio», subraya.
Con respecto a las familias, Castañón destaca que los padres reportan síntomas suficientes para garantizar el diagnóstico de un problema de salud mental relacionado con el trauma, y los niños presentan puntuaciones medias de estrés postraumático cuatro veces más elevadas, en comparación con aquellos que no han estado en cuarentena.
Además, advierte: «Los sanitarios tienen síntomas de estrés postraumático y depresión incluso tres años después del confinamiento».
Consejos para sobrellevar la crisis
La psicóloga Mar Rodríguez Simón ofrece las claves para salir reforzados de la crisis. De hecho, subraya que esta situación nos podría confrontar con nuestra relación con la autoridad o con nuestras crisis personales no resueltas. «Si te remueves emocionalmente, agradece ese conocerte en lo mejor y peor de ti. Así podrás sanar esas emociones que podrían llevarte a lo más negativo».
Llama a tus familiares. Nunca, nunca estás solo
Visualiza un momento de bienestar . Pon color, sonido y sabor durante esta visualización ¿cambia tu emoción? Ordena armarios, prueba tu ropa y recuerda los momentos con esas prendas.
Recuerda tantas experiencias vitales. Apláudete, cuanta energía eres, cuánta energía has sido capaz de compartir en ellas.
Hoy ya casi una semana, emociones contradictorias, hartura, desesperanza. Alegría como antídoto. Alegría de que ahora estás leyendo esto, así que al menos, ves. Al menos, estás escuchando estas palabras en tu mente.
Agradece la semana que ya ha pasado. Solo lo puedes hacer tú.
Actividad física moderada, regula el sistema mental de inquietud por el aislamiento impuesto.. Llama a alguien y compártelo, haz una reunión virtual de ejercicio físico; de conocidos también vale.
Alinea tus pensamientos con todas las soluciones que has escuchado en tu familia en otras crisis. Anota las frases y ponlas visibles.
Todo pasa, es poco consuelo ahora. Pero, es cierto todo pasa.
Si necesitas quitar algo de ansiedad, saca todo el aire hasta que casi te quedes sin aire. Y vuelve a hacerlo tres veces seguidas. El cuerpo respira por sí mismo.
En mi grupo de whatsApp familiar se le ha ocurrido a un miembro familiar, que cada uno vaya escribiendo como lo está viviendo y haremos un libro para dentro de un año, volver a leerlo.
Haz acopio de creatividad y compón con ellas la carpeta de ‘lo mejor de mí, lo mejor con otros’. Ya llegué, aún con todo, hoy puedo: agradece el riesgo de estar vivo.
Recuerda que las emociones positivas y las soluciones que has encontrado, han dado espacio a tu sistema inmune, que se fortalece con emociones amorosas y positivas hacia ti y hacia otros.
Cada día una debes añadir algo tuyo o varias de estas sugerencias emocionales. Tú decides como lo vas a vivir. Mañana es otro día en tu vida.