Los voluntarios reclaman medios para poder seguir produciendo

No sólo mascarillas, el pequeño ejército de impresoras 3D que trabaja incansable en León para donar material de protección a los centros sanitarios podría realizar también las piezas que necesitan los respiradores mecánicos del modelo validado por HP, que ya les ha enviado los planos de los componentes necesarios. «Pero necesitamos material para ello, lo hay de sobra en Europa», señala Jesús Fernández, de León 3D, la empresa que, con la colaboración de otros makers y suministradores, ha entregado en los últimos días más de 2.000 pantallas protectoras al Hospital de León, Monte San Isidro, los centro de salud de Trobajo, Valverde de la Virgen, León, residencias de mayores «a casi todas», Protección Civil, UVI móviles, Guardia Civil, Policía Local de San Andrés,...

Lo han hecho sin descanso, y sin ayuda, a pesar de que algunas administraciones se han puesto en contacto con ellos. «Pero nada». Están rechazando negocio propio, pero la financiación también se agota. Su vocación de ayudar a los sanitarios no. Como la de muchos otros voluntarios y voluntarias que están cosiendo en la provincia en sus casas o empresas mascarillas y batas para donar.

Forman parte de un movimiento ciudadano que se ha organizado en todo el país para producir material de protección al colectivo sanitario. Fábricas que antes producían zapatos o sofás y ahora hacen mascarillas, plantas textiles volcadas en la moda de las batas médicas, fabricantes de coches que producen respiradores, transportistas que hacen de correa de transmisión, elaboradores de bebidas espirituosas que hacen ahora alcohol sanitario, energéticas que producen hidroalcohol, agricultores desinfectando con sus tractores,... Ingenieros, médicos, modistas y makers construyendo respiradores, viseras, mascarillas,...

Todo un ejército movilizado sólo por las ganas de ayudar.