«La oposición es dura, pero logras un empleo fijo»

Diego Franco estaba a punto de saltar al mercado laboral, iba a empezar a buscar trabajo en un supermercado o en bares los fines de semana, pero con la llegada de la pandemia esta opción se ha truncado, de momento. Estudia Educación Primaria por la mención de Educación Física y buscaba un empleo compatible con sus estudios para poder conseguir unos ingresos. Vive con sus padres, pero tiene intención de seguir estudiando fuera para enriquecer su currículum y quería contribuir con ello también a su mantenimiento y a sus gastos.

Su primer objetivo es acabar su formación. Le quedan un puñado de asignaturas, unas prácticas —que no sabe qué pasará con ellas porque los colegios también están cerrados— y el trabajo del fin de grado. Después, tiene pensado hacer el máster que habilita a los maestros de Educación Física a dar el salto a los institutos y dar clases en Secundaria. «Tras el máster quiero ir de lleno con las oposiciones, es un camino difícil, pero es una oportunidad para un trabajo estable», explica este joven de 23 años que también ha jugado en equipos leoneses de tercera división en los últimos años, función que ha ido compatibilizando con sus estudios. Diego tiene claro que su camino es la oposición para lograr un puesto como maestro o profesor dentro de la enseñanza pública, conseguir un trabajo en los centros privados o concertados es una opción «más rápida, que tampoco descarto», pero su mira está puesta en superar las oposiciones.

«Ahora mismo, con la crisis que esto está produciendo, será difícil encontrar empleos fuera de la red pública, pero aquel quiera hacerlo no puede dejar de intentarlo, porque a largo plazo habrá oportunidades, pero va a costar recuperarse», valora el futuro maestro, que seguirá preparándose y formándose para tener más puntos a la hora de competir en el concurso oposición con el resto de los aspirantes a trabajar en los centros educativos públicos.