Economía
Los empleos ligados a la alimentación tiran de los contratos frente a la parada general
La demanda de carretilleros, reponedores y, sobre todo, repartidores sube un 40% desde que comenzó la crisis sanitaria
Cuando la mayoría de los sectores están paralizados, las empresas suman Ertes y el resto están confinados, el sector de la alimentación se ha convertido en un pequeño pulmón económico que desde que comenzó la crisis sanitaria ha conseguido elevar el número de contratos entre un 30 y un 40%. Se trata principalmente de contratos eventuales y de acumulaciones de tareas y responden a la gran demanda de alimentos que se generó tanto al inicio del confinamiento y, que se mantiene, aunque variando los productos, ahora cuando ya se ha cumplido un mes de encierro. Eso sí, «se hacen más contratos, pero son más cortos», apunta la responsable de la oficina de Adecco de León y Zamora, Amalia Vecino, quien explica que están ligados a la demanda del mercado por determinados productos y marcados, precisamente, por los turnos de producción.
Acumulación de tareas
Los trabajos que más se demandan son manipuladores de alimentos, peones o personal muy básico dentro del proceso agroalimentario, que también tiene demanda en el procesado de los alimentos o la leche, los carretilleros o los especialistas en corte de carne o pescado. «El sector más demandado es la alimentación», remarca el presidente de la Fele, Javier Cepedano, quien recuerda que el servicio de perecederos es lo que se mantiene, frente a otros sectores como el de las bebidas que se han visto ahogados por el cierre de los bares y restaurantes. De los contratos realizados desde que arrancó la crisis sanitaria, el 70% se centran en las diferentes patas de la alimentación y un 10% lo copan los vinculados a la distribución, según los datos que maneja Adecco.
Amalia Vecino explica que hay empresas en la provincia de León que aunque antes exportaban han decidido volcarse con el mercado nacional y vender más fresco su producto —al extranjero se ofertaba congelado en muchos casos—, «se ha desviado la producción». Las bandadas en el consumo, lo que provocó que al principio se agotaran las existencias de leche, por ejemplo, también está marcando este tipo de contratos surgidos por la crisis sanitaria del Covid-19, que como en el caso de las cárnicas se ha cruzado una fase punta de la producción por un incremento de la demanda surgida por el coronavirus, que también está ligada al hecho de que, debido al confinamiento, todo el mundo come en sus casas y no puede salir a restaurantes.
Perfil concreto
El hecho de que los ciudadanos estén confinados en casa también ha repercutido directamente en el número de contratos que afectan a repartidores o servicios de distribución, que han tenido que adaptarse a la nuevas demandas del mercado. En este sentido, Amalia Vecino precisa que el número de contratos en este sector ha sufrido un incremento de hasta el 60 o el 70%. Frente a la distribución, está el reparto. Aunque algunas empresas especializadas han tenido que reforzar sus plantillas, la responsable de la oficina de Adecco en León precisa que muchos supermercados han «reorganizado» sus plantillas para atender el incremento en el número de pedidos a domicilio y redistribuyendo al personal ante la necesidad de menos gente en caja, por los límites marcados por las distancias de seguridad, para poder dar salida esta demanda o a los reponedores.
Cuando cerraron el mercado de La Magdalena pensé en la forma de abastecer a la zona y se corrió la voz»
Otro de los sectores que también ha visto favorecido por la crisis sanitaria es el personal de los contact center, los centros de llamadas, aunque en éste se buscan perfiles con experiencia que sean capaces de enfrentarse al teletrabajo provocado por el confinamiento. «Trabajos básicos de mantenimiento, personal para cubrir servicios mínimos o cajeros de peaje siguen teniendo presencia entre los contratos», precisa Vecino, quien explica que en muchos otros sectores se siguen manteniendo contratos pero que en muchos casos están vinculados a las bajas laborales, como es el caso del sector bio en León o el del sector de la limpieza, que no se ha visto afectado por lo contratos ante el cierre de establecimientos.