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Cazadores y expertos alertan del daño de no realizar controles cinegéticos
Firman un manifiesto en el que advierten del impacto que supone el incremento de la fauna
Un grupo de 17 profesores universitarios ha firmado un manifiesto sobre la necesidad de emprender acciones de control cinegético de la fauna, un documento avalado por la Federación Española de Caza y las organizaciones agrarias para argumentar la necesidad de volver a la actividad cinegética y «controlar la población» de la fauna silvestre, dado su potencial incremento como consecuencia de la prohibición de la caza con motivo del estado de alarma decretado para frenar la crisis sanitaria del coronavirus.
«Agricultores, ganaderos y agentes del sector forestal han alertado sobre casos de daños a cultivos producidos por algunas especies cinegéticas» y «se están produciendo avistamientos frecuentes de ciervos, corzos, jabalíes y otras especies en vías de comunicación y núcleos urbanos, ahora prácticamente desiertos por el Estado de Alarma en el que nos encontramos», detallan los cazadores en un comunicado en el que recuerda cada año la irrupción de especies cinegéticas en las carreteras genera «un gran número de accidentes», en concreto del 1 de noviembre de 2017 al 31 de Octubre de 2019 se registraron en España 8.053 accidentes provocados por colisión con animales, siendo la mayoría de ellos producidos por jabalíes y corzos.
El documento alega que las especies cinegéticas están causando daños a la flora y fauna autóctona
En el caso de los cultivos, en los últimos años se vienen produciendo en España «entre 8.000-10.000 siniestros agrícolas causados por fauna silvestre (principalmente cinegética), lo que equivale al 10% del total de siniestros agrícolas registrados», con «pérdidas millonarias».
La Federación aclara que, con este documento, los cazadores «no están pidiendo cazar en estos momentos, sino que se ponen al servicio de la Administración para llevar a cabo acciones de gestión que consisten en el control de algunas poblaciones de ciertas especies».
El manifiesto añade que existe el riesgo de persistencia de enfermedades de gran relevancia para la Sanidad Pública y Animal. «En las últimas décadas, la fauna silvestre ha contribuido a la expansión de enfermedades como Tuberculosis y Peste Porcina Africana, que generan una gran problemática para la salud de las personas, de los animales y que provocan importantes pérdidas económicas a los ganaderos y a las autoridades sanitarias que trabajan para erradicarlas», añade el documento.
Otro de los aspectos que aborda son los daños a los ecosistemas. Los expertos aseguran que se ha demostrado que algunas especies cinegéticas, especialmente el jabalí, «están causando daños de importancia a nuestra flora y fauna autóctona, bien por sobrepasar la «capacidad de carga» del medio natural (hay más animales de los que el medio puede albergar), bien por el comportamiento de las especies, incluyendo fenómenos de depredación de nidos». «Por todos estos motivos, no es de extrañar que particulares y entidades hayan solicitado en las últimas semanas a las Comunidades Autónomas que se dé permiso para realizar controles poblacionales de algunas especies cinegéticas», insiste el manifiesto que aclara que es necesario contar con autorizaciones expresas ya que ningún control poblacional puede realizarse sin que exista una autorización previa por parte de la administración competente. Asimismo, aseguran que los controles se realizan en casos concretos, y por lo tanto no se trata de hacer un «control general de las especies». Al contrario, «las comunidades autónomas están concediendo autorizaciones puntuales, principalmente por daños a cultivos agrícolas como viñedos y plantaciones jóvenes de leñosos para conejo», añaden.