«Cerramos pronto, no hubo tiempo ni para despedirse de las familias»
La primera semana de marzo comenzaron las primeras medidas a nivel interno en el centro de mayores Alicia, en Villamañán. Su directora, María Luisa Pellitero, explica que la alarma llegó cuando se hizo público un caso de Covid-19 cerca de Valencia de don Juan. A partir de ahí, decidieron extremar las precauciones. «Ya unos días antes habíamos pensado en llamar a las familias para decirles que se reducirían las visitas, pero con aquel caso tan cerca cerré el centro de forma inmediata», cuenta Pellitero. No hubo tiempo para despedidas. Comenzaba el confinamiento en Alicia antes que en muchos hogares. «Fue decisión muy difícil a nivel profesional, pero sobre todo a nivel humano», apunta la responsable. Aquí tampoco hay Covid-19.
Aunque el no poder recibir la visita de la familia no está siendo fácil para los residentes, el ánimo se mantiene en un buen nivel. «Nos dan lecciones de vida todos los días. Dudo mucho de que, en su lugar, tuviésemos el mismo talante. Han pasado tantas cosas en su vida que se han convertido en un ejemplo», señala la responsable de la residencia de mayores de Villamañán. Para ella «es muy gratificante ir a trabajar» a pesar de que estos días no están siendo fáciles. «Es una temporada dura, pero también tiene sus cosas buenas porque, al faltar ñas familias, estamos conociéndonos más y estamos más unidos». ¿Otro factor importante? El buen hacer de los profesionales. «Las chicas con unas luchadoras natas». En total, son 22 personas de atención directa, cinco de limpieza, dos en cocina y una enfermera conforman, junto a Pellitero, el equipo que se encarga de cuidar a los 67 mayores a los que cobija este centro. «Además de tener una buena previsión, el buen trabajo de todos y el contar con un gran equipo es la base para que los resultados estén ahí»,. resalta la encargada. Asegura que estos días, «no se nos olvidarán en la vida» e insiste en sacarle el lado positivo a todo: «Nos sirve como un gran aprendizaje».
Los mensajes diarios, los whatsapp, los audios y alguna que otra videoconferencia hacen más llevadero en confinamiento en Villamañán. Seguir en contacto de alguna manera con los suyos supone una importante inyección de energía.