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La élite, desde casa

Un gimnasio en casa para la olímpica Lydia Valentín

La triple medallista en los Juegos mantiene su nivel «con ilusión y poniendo buena cara» en su confinamiento a la espera de regresar a la vida cotidiana

Publicado por
León

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Lydia Valentín tenía subrayado este año como el elegido para colgarse su cuarta medalla olímpica. Un reto que a causa de la pandemia del coronavirus deberá aplaza 2021. Otros también deportivos deberán pasar a un segundo plano. Para la mejor haltera española de todos los tiempos y una de las grandes a nivel mundial 2020 va a suponer un año diferente. Como lo está siendo desde hace seis semanas, las que lleva la berciana confinada en su casa como millones de españoles esperando a que la solidaridad y compromiso de todos allanen el camino hacia una nueva esperanza.

Mes y medio en el que Lydia apenas ha salido de su casa. Lo justo para ir al supermercado. Pero nada más. Desde el primer momento se significaba por quedarse en casa. Allí está pasando el confinamiento junto a su pareja, que a la vez ejerce de preparador físico. El hecho de que con e l estado de alarma el Centro de Alto Rendimiento en el que entrenaba diariamente cerrara sus puertas y su compromiso que dejaba bien patente en las redes sociales de acatar las directrices del Gobierno convertían la llevaban a dar un giro, aunque sea de manera temporal a su vida. «Yo me quedo en casa porque es mi responsabilidad y porque tenemos que ser consecuentes y fomentar el bienestar común», precisaba en sus primeros días de cuarentena en Guadalajara, a unos cientos de kilómetros de su querido Bierzo y su familia con la que no obstante se comunica diariamente.

Bandera española

«Con la posibilidad de ser dos abanderados mi ilusión es poder ser uno de ellos en Tokio 2021»

Para una deportista de alto nivel acostumbrada a los entrenamientos incluso en doble sesión en el CAR de Madrid y a viajar a innumerables torneos, «la salud es lo primordial y si nos mandan quedarnos en casa por compromiso con todos hay que hacerlo. Es cierto que hemos tenido que afrontar una nueva situación pero todo depende para que puedas superarla sin ansiedad de como te la tomes», apunta.

Lydia también ha reconocido que la decisión de aplazar los Juegos de Tokio de este verano al del próximo año «ha sido la mejor. La mayoría de los deportistas la esperábamos y cuando la tomaron consideramos que era lo correcto a pesar de que muchos habíamos planificado este año con vistas a que se disputaran».

Tras tener que confinarse en su casa al cerrar el CAR de Madrid la haltera leonesa ha tenido que cambiar su rutina. Y eso que puede disponer de un gimnasia en su casa. «Ahora es muy diferente. Sólo hago una sesión al día, por la mañana de once y media a una y media. Lo hago siguiendo las pautas que me manda Matías Fernández (seleccionador nacional) y me centro en la preparación física al poder disponer de un pequeño gimnasio. En el CAR hacía dos sesiones y eran más intensas».

Responsabilidad

«Yo me quedo en casa porque tenemos que ser consecuentes y fomentar el bienestar común»

Lydia también pide calma para afrontar esta crisis sanitaria. «Estamos ante un problema mundial y lo más importante es la salud. En mi caso me he organizado los entrenamientos y el día para no tener tiempos muertos y estar siempre ocupada», apunta a la vez que añade que «ante estos momentos malos hay que ser optimistas e intentar poner una sonrisa. Sé que es muy duro pero hay que intentar ver la solución y no agobiarnos».

Tampoco se olvida de que su reto, aunque no sea este año sí el próximo, son los Juegos. Y también la ilusión de poder ser abanderada. «Me gustaría. Y puede ser posible al poder contar con dos. Craviotto tiene cuatro medallas en tres Juegos y yo tres en tres citas olímpicas porque en halterofilia no se pueden más. Y también está Mireia que cuenta con cuatro. A mi me haría una enorme ilusión». Eso sí, sólo quiere hablar de presente y futuro a corto plazo. De la retirada no. «Hay que ir día a día. Ahora tocar mirar a este año y en 2021 a los Juegos de Tokio».