Laboral
León supera el Día del Trabajo con más de 22.600 empleados sometidos a un Erte
La cifra supera las peores perspectivas del inicio de la crisis tras tramitarse más de 6.200 expedientes de regulación
Entre la cadena de circunstancias que condicionó la celebración del Primero de Mayo en León, hay un dato que sobresale sobre cualquier tipo de análisis: el Día del Trabajo con más dificultad para sostener el empleo.
La causa de la pandemia alcanza ya cotas sin referentes por número de expedientes de regulación de empleo solicitados. Abril acabó con más de seis mil doscientos cincuenta expediente de regulación de empleos tramitados, que afecta a un total de 22.158 trabajadores.
La cifra es fiel reflejo de que se cumplen las peores perspectivas para la economía derivadas de la paralización de la actividad, que acumula ya mes y medio desde que se decretó el estado de alarma y el confinamiento domiciliario. La masa de empleados que está ahora mismo sometida a las condiciones de un expediente de regulación va camino de alcanzar el 15% de toda la población activa con la que cuneta la provincia de León, según aporta con detalle minucioso la última encuesta elaborada por el Instituto Nacional de Estadística. Los expedientes de regulación temporal se presentan como un dique inmediato para evitar una cadena de despidos que resultaría de otra forma de la caída en picado de la actividad económica a partir de las medidas dispuestas para frenar el avance de la pandemia; el porcentaje de masa laboral que ha entrado en mayo sujeta al amparo de una regulación temporal es equivalente al que relata la población en desempleo, que según se aporta en la última encuesta de la EPA supera también el 15% y tiene a más de 30.800 leoneses en situación de paro.
Cifras de la crisis
Ese envoltorio socioeconómico no pasó ayer desapercibido para las fuerzas sindicales mayoritarias, que en la conmemoración del Día del Trabajo, expusieron su inquietud por el futuro inmediato ante una realidad económica de León, que se define por una casi presencia testimonial del tejido industrial (el 7% del PIB) y una dependencia extraordinaria del sector servicios, que copa una cota de empleo superior al sesenta y cinco por ciento.
Cualquier plan de rescate que se ponga en marcha que no tenga especial consideración con este tramo de actividad dejará reducido a cenizas el intento de recuperación del desplome y la caída en picado que ofrece ahora cualquier parámetro que mida la salud de la economía. La provincial, como exponente del repertorio crítico que ofrece en estos momentos el pulso del país.
Burocracia
La evolución e incremento del número de expedientes de regulación de empleo resulta proporcional al paso de los días en cuarentena. Los cinco mil trabajadores afectados el 20 de marzo, sólo una semana después del estallido de la crisis que espoleó el confinamiento, se han multiplicado por cuatro a lo largo de estas semanas, hasta alcanzar una cifra inimaginable hace dos meses. El siguiente temor de los afectados es conocer si a lo largo de este mes que acaba de abrir la efeméride de la festividad del Trabajo podrán percibir la compensación por el estado de regulación. Los representantes laborales ya alertan de que el colapso en la tramitación impedirá que en muchos caso esa aportación que le corresponde a la administración para atenuar la pérdida de actividad pueda hacerse efectiva hasta el mes de junio, con la burocracia saturada de solicitud de amparo ante la crisis económica.