Manifiesto sindical por la intervención urgente en la provincia leonesa

CCOO y UGT de León celebraron el Primero de Mayo con un manifiesto conjunto, a través de un comunicado ante la imposibilidad de realizar el tradicional acto público debido al Covid-19, en el que reivindica un nuevo modelo social, laboral y económico centrado en los servicios públicos.

Un 1º de Mayo que se celebra en medio del confinamiento motivado por el Covid-19, virus que ha afectado especialmente a la provincia leonesa. «Nos hemos visto todos afectados por la extensión de la pandemia, fallecidos, infectados y nuestro tejido productivo ha quedado gravemente tocado, miles de puestos de trabajo están en peligro y cientos de personas se encuentran sin recursos frente a la crisis», añaden los sindicatos leoneses. Una crisis sanitaria que, como ha señalado el sindicato, ha puesto de manifiesto la «fragilidad e injusticia del modelo social y económico imperante».

CCOO y UGT consideran que este 1 de Mayo es la ocasión de reivindicar un nuevo orden mundial «más justo y solidario» que sitúe a las personas y su bienestar por delante de los intereses económicos.

La representación laboral ha lamentado las consecuencias sanitarias que ha provocado la enfermedad en la provincia, así como la situación económica «ya dramática antes de la pandemia» y que está empeorando todavía más. «Somos la tercera provincia de España con la peor tasa de actividad y la primera de la comunidad en tasa de paro», han recordado. Por todo ello, los sindicatos han exigido a las administraciones un «plan urgente y extraordinario que ponga freno a las terribles consecuencias que estamos padeciendo».

«Es urgente invertir en nuestra provincia, la falta de empleo y la alarmante despoblación son algunos de los enemigos a los que tenemos que hacer frente», han recalcado, a la vez, que han subrayado que Europa debe tener el protagonismo que hasta ahora «no ha sido capaz de asumir».

El manifiesto recoge también sus principales reivindicaciones entre las que destacan un nuevo modelo económico y social cuya prioridad sean los derechos y el bienestar de las personas, así como el trabajo como el principal factor de cohesión social.

Asimismo, reivindican condiciones de trabajo dignas y salarios suficientes, y denuncian las reformas que se hicieron para devaluar y precarizar el empleo, sin olvidar el papel de la mujer trabajadora en «una sociedad más igualitaria y justa».

Otra de las reivindicaciones es la de considerar los servicios públicos, que han sufrido numerosos recortes en los últimos años.