Deportes
Cuarentena sin bajar el ritmo para María Casado
La internacional coyantina de rugby se ejercita en casa a la espera del reinicio de la Liga y la disputa por el título con el Sanse Scrum. Mientras mantiene la forma a la vez que programa entrenamientos para la sub-18 de España y la cantera del Pozuelo
María Casado esperaba ilusionada el final de la Liga Iberdrola de rugby con el reto y las opciones de levantar el trofeo de campeona con el Sanse Scrum. Hace un año se había quedado a las puertas con su por entonces club, el Hospitalet, con el que cedía en la final frente al CRAT La Coruña. Pero en apenas unos días ese sueño de hacer historia para el deporte oval en León se encontraba con el muro de una pandemia, la del coronavirus, que ha paralizado toda actividad deportiva, incluso los entrenamientos hasta el pasado sábado. A María, la internacional coyantina, le llegaba apenas aterrizar de Francia donde había disputado con la selección varios partidos. «Apenas estar en Madrid se decretó el estado de alarma. Yo decidí quedarme allí y no viajar a Valencia de Don Juan. Por mí lo hubiera hecho, con el corazón en la mano, pero por seguridad y responsabilidad lo decliné», apunta María que basa su postura en el hecho de que «al volver me encontré un poco mal con síntomas que podían ser compatibles con el Covid-19. No me hicieron el test pero el médico de la Federación me dijo que posiblemente fuera coronavirus. Por esa razón no me moví de Madrid para no perjudicar a nadie y con responsabilidad de pasar la cuarentena, con o sin certeza de lo que me pasaba».
Fuerza de voluntad
Precisamente en su residencia madrileña la deportista olímpica lograba habilitar un pequeño gimnasio. «Modesto pero con pocas cosas esencial para mantener a forma». Bicicleta estática o pesas son su compañía en el día a día en una casa que comparte con una compañera. «Nos arreglamos como podemos. Apenas he salido de casa, salvo para ir al supermercado o bajar la basura». Eso sí, con el desconfinamiento esa situación ha variado desde el sábado aunque no de manera esencial ya que hasta que no se permita la vuelta al trabajo con su equipo, «lo que estoy haciendo en casa más lo que pueda beneficiarme el salir a correr será la base para lo que suceda posteriormente».
Además de los entrenamientos propios de una deportista de élite a María Casado también le llevan muchas horas al día su faceta de entrenadora de la base. «Aparte de la planificación de la cantera del CRC Pozuelo también llevo los equipos sub-18 de la selección española tanto a siete como a quince. Y eso, en estas semanas que hemos llevado de confinamiento, suponía tener que preparar rutinas y programas para que las jugadoras pudieran mantener la forma y también ciertas prácticas esenciales en el deporte del rugby». Eso sí, a pear de que el día a veces se le queda corto, tiene tiempo para comunicarse con su familia de forma cotidiana. «Me gusta estar conectada con ellos y saber como se encuentran. Por suerte están bien y eso es lo que mas me llena», precisa María casado que reconoce también que en todo este tiempo de cuarentena no han faltado momentos de estrés y agobio. «Cuando ocurren estas situaciones que no puedes controlar es normal que te surjan dudas o cierta ansiedad, pero hay que trabajar para poder superarlo de la mejor manera posible», afirma la coyantina.