Familia y deporte como antídoto

«Lo primero es la salud y ante eso no hay nada que pueda superponerse». Y tampoco el atletismo que para el berciano Alejandro Martínez es desde hace años una pasión que se ha convertido también en forma de vida. La pandemia del coronavirus vino precisamente a trastocar sus planes a corto y medio plazo en una temporada que estaba transitando de manera más que notable ara él. No en vano apenas unos días antes se había impuesto en los 10 Kilómetros de La Virgen con récord incluido y preparaba con ilusión su participación en Laredo así como en iras pruebas de media y larga distancia que ha tenido que aplazar.

Desde que se decreto el estado de alarma a mediados de marzo y hasta que el pasado sábado 2 de mayo se empezó el camino hacia el desconfinamiento con la posibilidad de salir a correr, Alejandro Martínez ha permanecido casi todo el tiempo en su casa. «Apenas he salido tres veces para comprar el pana las que hay que añadir unas pocas más para sacar la basura y hacer la compra», precisa. Toda precaución es poca. Y máxime si con él conviven su mujer y un hijo que apenas cuenta con diez meses. «Tal vez esta situación, de todo lo malo que está causando, me ha posibilitado algo bueno y es poder estar un poco más con mi familia y en especial con el niño al que estoy viendo pasar los días y creciendo sin perderme nada», apunta.

Su día a día empieza a primera hora e la mañana. Muy temprano. «Intento sacare la certificación online en entrenamientos tras haber estudiado Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. A eso dedico buena parte de la mañana para posteriormente desconectar y hacer algo de deporte», precisa Álex. Las tardes también son de estudio y en especial de tiempo para dedicárselo a la familia. Y así durante casi 50 días de confinamiento que se suavizaban el pasado sábado con la posibilidad de salir a entrenar. «Ha sido una brisa de aire fresco. Y también una forma para evitar la ansiedad que puede provocarte tanto tiempo confinado», precisa.

Un tiempo que le lleva a tener casi por completo ubicado ya que además se ha dedicado a planificar los entrenamientos y mantenimiento de su club-escuela Running para Todos así como a preparar el libro de ruta para los opositores a policía a los que hasta la crisis sanitaria daba clases de manera presencial y ahora tiene que hacerlo de firma telemática.

«Tal vez esa actividad, aunque de una forma distinta en su desarrollo, me ha servido para intentar superar esta situación de la mejor manera posible. No es que me haya agobiado mucho pero sí han aparecido momentos de angustia como a otras miles de personas. En mi caso más al final ya que las primeras semanas las pesé algo mejor. Ahora con el desconfinamiento la casa ha ido mejorando».

Respecto a su futuro a corto y medio plazo considera que «lo importante es la salud y la responsabilidad de todos para salir de esto lo antes posible y de la mejor manera. Es cierto que echo de menos correr pero todo llegará. Ahora no hay carreras y tampoco un calendario definido que pueda llevarme a marcar unos objetivos. Tal vez Laredo si se disputa y luego alguna carrera de larga distancia. Eso sí, lo que tengo claro son las prioridades y que la familiar y laborar son esenciales. El atletismo también pero siempre condicionada por las dos primeras», apostilla.

El atleta berciano ejercitándose en su casa de Ponferrada. DL