Una cuestión de salud pública

El esquileo de las ovejas no es sólo una cuestión de comodidad para el ganado ahoa que llega el buen tiempo. Como advierte la profesión veterinaria, se trata de un asunto de salud pública. El Consejo de Veterinarios de Castilla y León pidió a la Junta el pasado 13 de abril que facilitara, con el debido control y regulación, el ejercicio de su actividad a los esquiladores de ovejas del país durante el estado de alarma para frentar el coronavirus, así como el acceso de los esquiladores que vienen cada año de fuera de España. La primavera es el momento en el que las ovejas precisan, con el cambio de estación, del natural esquileo para prevenir dermatitis y graves zoonosis como sarna, pulicosis y dermatofitosis, entre otras. La lana que les protege en invierno del frío llega a pesar hasta cinco kilos en los machos y tres kilos en las hembras al mudar de estación. El esquileo, fuera de las actividades esenciales, ha sufrido también el cierre de fronteras provocado por el coronavirus.