El cambio a la Fase 1
La Junta reivindica su desescalada porque «volver a la casilla de salida sería terrible»
Castilla y León y Gobierno acordaron anoche en una reunión bilateral abordar las decisiones de forma conjunta
Castilla y León sigue defendiendo que las prisas no son buenas y menos a la hora de desescalar, «porque el virus está aún entre nosotros y volver a la casilla de salida por querer correr mucho sería terrible», señaló la consejera de Sanidad, Verónica Casado. Por eso defendió ayer ante el Ministerio de Sanidad el modelo diseñado por la Comunidad, que plantea la segmentación geográfica por zonas básicas de salud que no hayan registrado nuevos casos en los últimos 14 días, en lugar de por provincias, y que el Gobierno debe autorizar o no. La reunión bilateral que mantuvieron anoche el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y la vicepresidenta Teresa Rivero, con el vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea, y la consejera de Sanidad, Verónica Casado, concluyó con el compromiso por ambas partes de que la decisin que se tome será conjunta entre las dos administraciones.
Cree que el control de posibles rebrotes es menos complicado en zonas pequeñas donde, además, es factible la trazabilidad de todos los contactos. La Junta propone el paso a fase 1 de solo 26 de las 247 zonas básicas de salud la Comunidad, todas ellas situadas en el área rural. En León la propuesta beneficia a 3.400 habitantes de Riaño, Matallana de Torío y Truchas. Pero la consejera pidió ayer al ministerio que se flexibilice el paso de otras zonas que vayan cumpliendo los ratios epidemiológicos con análisis semanales.
Sin presión política
La Junta defiende las medidas basadas en criterios epidemiológicos y sanitarios
La Junta defiende que «de una crisis sanitaria se sale con medidas sanitarias, no políticas», y si el Gobierno sigue sin incorporar umbrales de contagios, decesos e incidencia del virus sobre la población, «nosotros sí los incorporaremos», porque «no sé si hay alguien que no vea que nos jugamos la vida de miles de personas», remarcó el vicepresidente, Francisco Igea. También señaló que Castilla y León posee «un plan B» en caso de rebrote, que da el nombre de los expertos que asesoran, «porque en democracia es inaudito que los expertos tengan que ir encapuchados» (en referencia a que el Gobierno central elude sus nombres para que no tengan presiones).
Si se progresa de forma adecuada, la idea de la Junta es abrir nuevas zonas básicas, siempre «con criterios sanitarios y epidemiológicos, no por presiones políticas o sociales, porque el retraso en la Toma de decisiones de marzo provocó miles de muertes y no queremos que se repita». Casado también animó a tener paciencia, aunque todos queramos salir y retomar nuestras antiguas actividades, porque «la espera de dos semanas puede evitar que pasemos un verano terrible». Igea incidió en que la preocupación de la Junta es que la curva no vuelva a crecer. «Si conseguimos que mueran 200 ó 300 personas menos, perderemos las elecciones con mucho gusto». Reconocido que, en las propuestas de desescalada que han formulado algunas comunidades para pasar de fase, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, «ha sido más sensato» que otros territorios. «Nunca en mi vida política pensé que iba a decir esto, pero Torra ha sido más sensato», que Madrid. gobernado también por PP y Cs. Igea mostró varios gráficos con la curva de contagios y decesos en Castilla y León para argumentar su disconformidad con la propuesta realizada por la comunidad madrileña.
Repunte claro
La consejera aprecia un repunte claro que puede corresponder a la salida de niños hace 10 días
El vicepresidente confesó que transmitió directamente a su homólogo y compañero de formación en la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, que «el partido no está por encima de la gente. Lo que prima es la salud. El mapa de afectados lo han visto todos los ciudadanos». Agregó, además, que si el estado de alarma no sirve para preservar la salud no tiene sentido recortar derechos ciudadanos.
Casado reconoció un «repunte claro» con los nuevos casos de Medora (950) para matizar que «estamos en fase de contagio comunitario». Ese aumento pudiera acharcarse a la salida de los niños acordada hace diez días.