Más de 4.000 ángeles de la guarda velan por la seguridad urbana y rural

Alrededor de 1.200 efectivos de la Guardia Civil, 600 agentes del Cuerpo Nacional de Policía, unos 250 miembros de la Policía Local y los 1.400 integrantes del Ejército en la provincia se han dedicado activamente desde el inicio de la pandemia a la tarea de vigilar las calles de los principales núcleos de la provincia para mantener el orden y muchas veces, aportar la tranquilidad que ofrece un uniforme, por encima de las labores de vigilancia.

Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado componen una de las estampas más habituales de estos días en la geografía urbana y rural leonesa. El valor de la solidaridad, la seguridad y la tranquilidad que comportan para la sociedad, son un baluarte a tener en cuenta en tiempos de zozobra como los actuales.

«Seguiremos en las calles velando por los derechos y seguridad de nuestros ciudadanos con vocación, lealtad y disciplina, como un día juramos al recibir nuestro cargo; llevaremos nuestra bandera y emblema como único escudo a riesgo de nuestra propia vida, por León y por España», dice Laura Estrada López, de la Policía Nacional.

En cuanto a los militares, son más de 1.400 los que durante la pandemia han estado en la calle, aunque su peso ya ha disminuido considerablemente. Cerca de medio millar han sido de la UME, que se ha volcado activamente desde el primer día en todas las acciones a excepción de un pequeño retén que ha quedado dispuesto en previsión de otra emergencia, como posibles incendios. El resto, han estado en la calle, día a día, recorriendo el noroeste español en tareas de apoyo y de desinfección. Las diferentes unidades que integran la Base Conde de Gazola del Ejército de Tierra, además de los componentes del Mando de Artillería de Campaña, conocido como el Maca, también se han volcado en estas acciones junto con los integrantes del Gail, de la Usba o los miembros del Grosa, la unidad de drones que aunque depende de Valencia militarmente, tiene su base de operaciones en León y se ha sumando al resto de los integrantes de la base del Ferral. Todos ellos se han dedicado a tareas de presencia, vigilancia de infraestructuras críticas y labores de desinfección en residencias de ancianos, centros sanitarios y en cualquier otro tipo de instalaciones de entidad social, ya sean civiles o militares. Se han organizado por turnos y su trabajo, con una media diaria de un centenar en la calle, ha sido intenso durante estos días, mientras también recibían el calor de la gente desde los balcones. También se han ocupado los militares del acuartelamiento de Astorga, Santocildes, de tareas similares y entre todos se han repartido por diferentes provincias de la comunidad, no sólo en León, para ir aportando su granito de arena en la batalla contra el coronavirus.

La unidad NRBQ de la Guardia Civil, especializada en temas bacteriológicos, integrada por una veintena de agentes, está alertada las 24 horas y cuando no ha tenido que ir a hacer algún servicio se ha volcado con el resto de sus compañeros en las tareas ordinarias contra el Covid-19.

En el caso de la Policía Local, las diferentes secciones de que se integra se han dedicado casi al completo a la misión de salvaguardar la integridad de los ciudadanos durante esta pandemia, esta vez no contra agentes externos físicos sino contra enemigos menos visibles, pero no por ello menos dañinos. La Brigada Especial de Seguridad Ciudadana, la Unidad de Policía de Barrio y la Unidad de Tráfico como partes esenciales de la policía municipal.

A lo largo de los días de crisis que se han sumado hasta ahora la Policía Local también ha destacado por prestar servicios humanitarios. Y curiosamente, se han reducido hasta desaparecer los casos de las personas que fallecen solas en su domicilio. No hay constancia de que se haya producido ningún caso, no se sabe si porque en realidad no se ha constatado o porque ciertamente los cuidados de este tipo de personas han mejorado y se prestan de forma debida para que no haya nadie abandonado.

Cada uno en su tarea, los casi cuatro mil integrantes de los diferentes cuerpos que se reparten por toda la geografía leonesa velan por la seguridad de la ciudadanía y se convierten en una de las principales garantías de seguridad de los leoneses en estas circunstancias tan críticas. Todo sea por vencer al enemigo común que, en este caso, no es delincuente pero también puede llegar a arrebatar vidas. Y lo hace además en silencio.