Avanzando en la desescalada
El Gobierno defiende el criterio y Madrid, Valencia y Andalucía lo critican
Media España entra hoy en fase 1 con las discrepancias de algunas autonomías
Ni son todos los que están, ni están todos los que son. La fase 1 de la desescalada se pone en marcha hoy sin que las explicaciones del Gobierno sobre los «criterios técnicos» utilizados para elegir qué territorios avanzan y cuáles deben continuar varados en la fase 0 convenza a Andalucía, Madrid y la Comunidad Valenciana. Las tres autonomías sospechan que en la selección del Ministerio de Sanidad han influido consideraciones de carácter político. Así se lo trasladaron sus respectivos presidentes a Pedro Sánchez, que defendió en todo momento los criterios empleados por el departamento que dirige Salvador Illa para hacer la selección de territorios. «Nuestras decisiones, con empatía, se han basado en dos criterios, el de los expertos —aseveró— y el de la prudencia. Y son los que tienen que imperar». La portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, rechazó igualmente que se hayan producido «falsos agravios» y advirtió a los tres gobernantes de que «dejarse llevar por criterios políticos o de otra índole sería grave». «No nos podemos permitir un paso atrás, las prisas no nos harán llegar antes sino, al contrario», remarcó.
La tensión, como ya es habitual, imperó durante la videoconferencia semanal con las comunidades, la novena desde que estalló la crisis del coronavirus. En esta ocasión, la voz más crítica con la gestión del Gobierno llegó de las filas socialistas. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, protestó enérgicamente, aunque sin acritud, contra Sánchez, por no entender por qué la mayor parte de sus tres provincias no han progresado de nivel, contra todo pronóstico. El barón del PSOE lamentó la falta de «cogobernabilidad» con la Comunidad Valenciana y avisó de que «la lealtad no es sumisión». «Nosotros no hemos suspendido, hemos hecho los deberes, lo que no se puede hacer es cambiar las reglas del juego a última hora», insistió Puig.
El presidente andaluz, Juanma Moreno, no rebajó el tono y culpó al jefe del Ejecutivo del «daño reputacional» infligido a la Costa del Sol. Denunció «diferencias de trato» respecto a otras autonomías y consideró «difícil de entender» que distritos sanitarios como la Costa del Sol, con 1,6 casos PCR por 100.000 habitantes, no puedan pasar a la fase 1.