Incertidumbre y desánimo
Más de 3.000 leoneses están atrapados en el limbo de las oposiciones
La desmotivación y la incertidumbre se suma al estrés ante el desconocimiento de en qué quedaran las convocatorias a funcionarios
Quieren ser profesores, enfermeros, trabajadores del Estado o de la Junta o ingresar en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Su objetivo es estudiar duramente durante un año, en la mayoría de las ocasiones más, y conseguir un puesto fijo y un sueldo estable, tras renunciar durante la época de estudios a mucho, haciendo sacrificios y dedicando jornadas enteras, incluso semanas, al estudio. En León hay más de tres mil personas que se habían volcado en el estudio de una oposición antes de que llegara la pandemia del coronavirus y que ahora se encuentran a la espera, «desanimados», «desmotivado», en muchos casos «estresados» y sin saber qué ocurrirá, si deben seguir estudiando o no porque la mayor parte de las convocatorias se han suspendido o se han aplazado en el mejor de los casos.
A 2022
Las de profesorado se han pospuesto a 2021, con lo que podrían repercutir en las de los maestros
El grueso lo conforman los aspirantes a las plazas del Sacyl, a los profesores de la Junta y también todos aquellos que querían entrar a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, que como recuerda Silvia Núñez, de Academia Abella, llenan cada año las aulas más grandes de la Universidad. Están los que van a academias, pero también los que lo hace por libre después de presentarse a convocatorias anteriores y con el temario y la rutina adquirida.
Hay opositores que ahora mismo se encuentran en medio del proceso selectivo, como los que aspiran a Policía Nacional, las de tramitación procesal del Ministerio de Justicia o ingresar en el cuerpo de Prisiones, que en febrero hicieron el segundo examen y están pendientes ahora de poder hacer las pruebas médicas. La convocatoria de este año estaba prevista que saliera a finales de marzo y no ha sido así.
Desde las academias apuntan que todos los aspirantes están «muy nerviosos» porque no hay directivas claras. En principio, por ejemplo, se cree que las de profesores de Secundaria, previstas para este año, se aplazarán a 2021, algo que también repercute en aquellos que quieren ser maestros, porque estas dos convocatorias de Educación suelen alternarse, con lo que es previsible que la de los docentes de Primaria e Infantil también se aplacen un año más y en vez de ser en 2021, cuando estaba planificado, salten a 2022. «Esto causa una situación de incertidumbre que provoca una situación de desánimo generalizado de los opositores», apunta desde la Academia Cervantes, Roberto López.
La oportunidad de conseguir un puesto fijo, que dé estabilidad, ha elevado cada vez más la edad del opositor. Sobre todo en aquellos procesos en los que no hay límite de edad, como en el caso de las pruebas para auxiliares de enfermería, donde el rango de edad va de los 30 a los 60 años. Muchos insisten en conseguir una plaza que se les resiste y otros, ante la falta de un empleo consolidado, apuesta por regresar al estudio para lograra estabilidad. El opositor, eso sí, cada vez está más formado y se presenta, aunque éste no sea un requisito, con titulación universitaria. «Se busca estabilidad a través de la función pública, a pesar de que sea difícil conseguirlo y, en muchos casos, lograr un puesto de trabajo en la propia provincia de León», señalan desde las academias.