La vertiente más política
El PP se reafirma en su rechazo a otra ampliación
Cargos populares no ven vuelta atrás a su idea de votar en contra de una quinta prórroga de la alarma e insisten en la legislación alternativa.
Ni en la cúpula del PP ni en las estructuras del partido contemplan, a día de hoy, un cambio de rumbo que pase por respaldar o facilitar una quinta prórroga del estado de alarma. La abstención del miércoles pasado fue el paso previo al voto en contra, y en la dirección, reunida hoy de manera presencial en un encuentro especialmente extenso, entienden que se completará el viraje hacia el no si el Gobierno vuelve a solicitar al Congreso la autorización para ampliar la excepcionalidad.
La contundencia con la que Pablo Casado avanzó en el último pleno la postura de los suyos no deja margen de maniobra: o Pedro Sánchez vuelve a amarrar una mayoría, como hizo hace una semana con Ciudadanos y el PNV, o tendrá que recurrir a la legislación ordinaria, apuntan en el PP, para gestionar la desescalada.
Aunque el Ejecutivo no cree que haya alternativa suficientemente garantista al estado de alarma, la oposición de los populares se va a fundamentar en el entramado de leyes que, a su juicio, podría amparar el mando único e incluso las limitaciones de movilidad. Fuentes conservadoras creen, de hecho, que "no hay vuelta atrás" y que sólo cabe insistir en la normativa de Salud Pública, la General de Sanidad, la de Protección Civil o la de Seguridad Nacional como nuevo paraguas legal pasada la fase más acuciante de la epidemia.
Coincidir con Vox
La decisión, en todo caso, analizan otras voces del partido, "entraña sus riesgos". En el PP creen que sus bases, tras haber apoyado las restricciones hasta el 6 de mayo, demandan marcar ya distancias con Sánchez, a quien reprochan una gestión "caótica". Pero a algunos cargos les incomoda pasar al bloque del no, donde ahora mismo se oponen al estado de alarma, además de las fuerzas independentistas catalanas, los diputados de Santiago Abascal. "¿Vamos a votar como Vox?", muestra sus recelos un dirigente veterano. Quienes comparten esta impresión advierten de que Ciudadanos amaga con seducir la centralidad y lamentan que el movimiento de Inés Arrimadas, que pactó con el Gobierno un sí con condiciones a extender el plazo de la alarma, les haya dejado "desubicados". Pese a todo, entienden que si el PP da con la tecla, puede crecer en su espacio natural. Algunos incluso concluyen que los liberales podrían acabar ubicados en el centro izquierda.
Mientras, en público, el PP puso hoy el foco en cómo se ha administrado el paso de algunos territorios a la fase 1 de la desescalada. Y encontró en la discrepancias de la Generalitat Valenciana, bajo el mando del socialista Ximo Puig, un argumento para reprochar una "falta de criterios claros" en el Ejecutivo. "Los españoles -zanjó Teodoro García Egea- están solos".