Nuevas medidas
Primaria reforzará su plantilla con 20 enfermeros como ‘coronadetectives’
Fernández Vázquez reconoce que «la clave no es evitar picos, sino atajarlos de forma precoz»
La legión de coronadetectives que se está poniendo en marcha en medio mundo para confinar al virus en cuanto salten nuevos casos después del tsunami de marzo y abril, ya tiene su alter ego en León. Atención Primaria contratará a 20 enfermeros como nuevos soldados rastreadores para realizar el trabajo de campo. Serán los encargados de identificar a todas las personas que pudieran haber entrado en contacto con cada nuevo infectado para actuar y cerrar cuanto antes el círculo de expansión del Covid.
El primer paso consistirá, como ahora, en aislar al sospechoso. Después se configurará la lista de sus contactos estrechos y se les llamará por teléfono para que adopten medidas de precaución. El presunto enfermo se someterá a una toma molecular y si el PCR confirma que ha sido atacado por el virus, también se realizarán las pruebas a su familia, amigos y conocidos con los que tuvo relación para, según los resultados, recomendar su aislamiento o darles el alta.
«La clave no es evitar picos, sino atajarlos de forma precoz desde el sistema sanitario», reconoce el gerente, José Pedro Fernández Vázquez, bajo cuyas órdenes trabajan 358 equipos de médicos y enfermeros, de los cuales el 10% está actualmente de baja.
Autoaislamiento
La responsabilidad de la población es vital, junto a profesionales eficaces y suficiente material de PCR
Los facultativos de familia asumen, por su parte, la responsabilidad de prescribir o no los PCR de sus pacientes, lo que les obligará a estar muy atentos a quienes presenten fiebre, escalofríos, dolor muscular y diarreas, afonías, conjuntivitis o dermatitis de aparición brusca. Junto a unos profesionales eficaces y suficientes medios materiales (tienen a su disposición hasta 500 PCR al día), la otra pata «clave», según el gerente, es la propia población.
«Si al primer síntoma, la persona se autoaísla en su domicilio, cuando nos llama habremos ganado mucho en evitar la propagación, porque habrá estado en contacto con pocas personas», explica.
Además, siguiendo la estela de otros países, la Junta de Castilla y León prevé poner en marcha una aplicación móvil que avisa a los contactos de un contagiado para que se aíslen. «No es infalible, pero ayudará», reconoció esta semana el vicepresidente, Francisco Igea. El objetivo, el mismo, evitar que se propague el virus, «porque volver a la casilla de salida sería terrible», según la consejera de Sanidad, Verónica Casado.
Los métodos de control del virus son variados. En Irlanda por ejemplo, para intentar evitar una segunda gran oleada, han contratado a 200 efectivos del Ejército que adiestrarán para realizar llamadas, mientras en China el rastreo es puerta a puerta, con vigilancia en urbanizaciones, control de temperatura casa por casa mediante drones y códigos QR en espacios públicos. Corea del Sur incluso ha hecho entrevistas a cada contagiado, los ha rastreado con GPS, revisado sus tarjetas de crédito y controlado sus movimientos con cámaras de vigilancia de vías públicas.