Más camas de UCI, obras en Urgencias y un retén de médicos
El hospital que viene será un hospital diferente para adaptar la actividad asistencial normal a la convivencia con el coronavirus. Las nueve camas estructurales de la UCI pasarán a ser 17 de manera fija y recibirá más medios y respiradores. «Eso va a suponer una obra a corto plazo para estar preparados para el otoño ante un posible rebrote», explica el jefe de este servicio, Braulio Álvarez.
«Es una UCI de casi 26 años, no teníamos boxes cerrados y hemos tenido que colocar plásticos y tabicado de obra que nos ha salvado de muchas pero que implica limitaciones», describe Álvarez.
También en Urgencias habrá cambios. De momento, la carpa de triaje va a seguir funcionando, pero se hará una obra para crear un punto de clasificación permanente en el que se haga un cribado inicial «para que nadie se cuele en el hospital de manera inadecuada», explica el jefe del área, José Ramón Casal Codesido.
Así mismo, se mantendrá el circuito covid hacia una zona aislada dentro de Urgencias que también se está acondicionando. «Seguiremos con itinerarios separados también de Pediatría y Ginecología y con otra de las acciones en la que hemos sido pioneros a nivel de la Comunidad, que es la de hacer pruebas a pacientes que, pese a no ser sospechosos, precisaban ingreso en el hospital», apuntó Casal Codesido.
Por su parte, Medicina Interna dejará un retén de médicos exclusivamente para pacientes con coronavirus. «Si dejamos una planta, vamos a tener que dedicar sí o sí dos efectivos. Si tenemos dos plantas, van a tener que ser casi siempre cuatro», explicó el jefe del servicio, Alberto Bahamonde. Y eso combinado con el resto de actividad para 14 internistas de un área muy compartimentada.
Hace falta más personal, pero no sólo en Medicina Interna. En Urgencias hay 21 plazas de médicos cuando debería haber, como mínimo, 26. «Tenemos reconocido por la Consejería de Sanidad el mayor déficit de médicos de Urgencias de toda la Comunidad», se lamentó Casal Codesido.
En la UCI igual. Son siete pero hace años que reclaman uno más y si la idea es duplicar las camas y se llenan, la situación es insostenible a largo plazo. «Hemos tenido que duplicar el trabajo, haciendo guardias de dos en dos y cada cuatro días. Y eso que hemos contado con los compañeros de Anestesia», dice Braulio Álvarez.