El Bierzo
«En cinco días habríamos colapsado si hubiéramos llegado a los niveles de Segovia»
El Hospital El Bierzo jugó con días de ventaja y tomó decisiones anticipadas que han contenido el impacto de la pandemia
Son los responsables de los cuatro servicios que más peso han tenido en la lucha contra el coronavirus en el Hospital El Bierzo. Todas las especialidades se han involucrado, pero las suyas han llevado la batuta en la pelea contra un virus desconocido que pudo haber colapsado el centro asistencial en cinco días de no haberse tomado decisiones globales ya la primera semana de marzo. Se anticiparon y con ello han podido contener la situación. Ahora, dos meses después y en fase de desescalada, no ocultan ni el cansancio ni el espanto por lo vivido. Los jefes de Medicina Interna, Urgencias, Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital El Bierzo analizan con Diario de León cómo se preparó todo, en qué punto está el centro y qué queda por venir.
«Nosotros teníamos datos de lo que estaba pasando en Madrid desde el día 8 de marzo y la progresión de casos era geométrica. Probablemente, en cinco días hubiéramos colapsado si hubiéramos llegado a los niveles de Segovia. Esos cinco días anduvimos ágiles, tomando muchas decisiones no solo a nivel de hospital, sino también comunitario», explica el jefe de Medicina Interna, Alberto Bahamonde.
Casos sospechosos
«Tuvimos más tiempo que otras partes de Castilla y León más cercanas a Madrid, pero ese tiempo que nos ha beneficiado es una semana», añade el jefe de Urgencias, José Ramón Casal Codesido. Las decisiones tomadas fueron cruciales y algunas pioneras en el conjunto de la Comunidad. No hay que olvidar que el del Bierzo fue el primer hospital en instalar las carpas de triaje y también el primero en realizar las pruebas ‘covid-auto’. Pero eso no es todo.
«A nivel hospitalario, también fuimos precoces en planificar el cierre de consultas y los circuitos de Urgencias. Se preparó y se reestructuró la UCI con circuito concreto, se colocaron camas en otras unidades, se fusionó Medicina Interna con Neumología, se separaron áreas covid y no covid, etcétera. Pero, además, a nivel comunitario se habló con Alcaldía, con asociaciones de vecinos, con el patriarca para anular los mercadillos, con la iglesia para regular el culto. Es decir, se hicieron muchísimas cosas en esos primeros días en los que estábamos todos a verlas venir. Y eso junto a que íbamos con unos días de retraso con respecto a otros sitios ha sido crucial», subraya Bahamonde.
Patología crítica
Otro de los hechos que ha jugado en favor del Hospital El Bierzo ha sido el trabajo del laboratorio Microbiología. «Ya desde marzo se hacían PCR y hemos podido ser autosuficientes con las PCR de los pacientes hospitalizados. Cosa que nos ha ayudado muchísimo en el manejo de la gestión de enfermos y camas. Hay otros hospitales que han tenido que derivar las PCR fuera, con retrasos de dos o tres días», apunta el internista.
«En las reuniones hemos tenido que tomar decisiones muy difíciles», reconoce Casal Codesido. En todo caso, decisiones de equipo. «Aquí ha habido un hecho muy importante, que es que las decisiones que ha tomado la dirección del hospital las ha tomado aconsejada por un grupo de personas que hemos trabajado mano a mano», subraya el jefe de la UCI, Braulio Álvarez, para quien si hay alguien al que «hay que ponerle una medalla», ese es el jefe de Medicina Preventiva, Antonio Quiroga. «Este señor ha salvado muchas vidas en esta tierra, ordenando cómo diagnosticar con pruebas y diseñando las cosas». A partir de ahora, su papel también será fundamental en la coordinación de Atención Primaria, que en esta fase toma las riendas para detectar cada caso de manera precoz y poder atajar cualquier rebrote.
«Hemos ganado la primera batalla, pero esto puede volver y hay que ser conscientes de ello», insiste el jefe de Medicina Interna. Él mismo asegura que lo que han aprendido en este tiempo es «cómo organizarnos, porque la pandemia cambió completamente la visión del hospital».
«Hemos funcionado con pocos egoísmos entre servicios y unidades. Hemos ido todos a una. Todas las especialidades del hospital han puesto gente a disposición del macroservicio covid y si volviera a suceder, probablemente lo que nos hizo pasar un mes espantoso a todos, ahora fueran unos días espantosos, porque podríamos volver a la estructura de máximos en poco tiempo», destacó el responsable del servicio de Medicina Interna. «En Urgencias hay estructuras que podemos cambiar en 24 horas para tener un espacio más para pacientes con coronavirus y así en el resto de servicios. Estamos muy organizados y en muy poco tiempo podemos actuar», refrendó Casal Codesido.
Desde luego, también a nivel clínico están en otra fase. «Hemos aprendido mucho de cómo manejar a estos pacientes. El estrés que nos generaban al principio no nos lo generan ahora. Son pacientes potencialmente graves y ahora tenemos unas pautas de actuación clínica mucho más claras», explicó Bahamonde antes de destacar el papel de Enfermería. «Ha tenido un comportamiento espectacular. Ha asumido un rol muy importante en una catástrofe como esta».
Ayer, únicamente siete pacientes permanecían ingresados en el Hospital El Bierzo por coronavirus y, de ellos, solo uno en la UCI. Pero no siempre ha sido así. Las nueve camas estructurales que tiene este servicio se duplicaron tomando espacios de quirófanos y salas de despertar. Todas fueron necesarias y aunque no hubo que excluir a pacientes por falta de medios, sí se rechazó el ingreso de pacientes covid en la unidad de críticos.
«Para nada hemos cambiado el criterio de ingreso en la UCI con esta pandemia. En la Unidad de Cuidados Intensivos ingresamos a pacientes críticos cuya vida corre peligro pero con una capacidad de recuperación adecuada. Es decir, no ingresamos a todos los que van a fallecer porque no tendríamos capacidad. Nosotros hemos rechazado a pacientes pero con un criterio profesional, no por falta de medios. No hemos tenido falta de respiradores ni falta de nada. Hemos tenido material y hemos tenido camas, justas pero camas. El criterio siempre ha sido profesional y con la aceptación de la decisión por parte de la familia», garantiza el jefe de la UCI.
Los factores que se tienen en cuenta a la hora de ingresar o no a un enfermo en la UCI son varios. «Uno es el propio paciente, sus enfermedades previas, su calidad de vida, su situación vital, su actividad física, etcétera. Luego se valora la enfermedad en sí. Hay enfermedades que se tratan relativamente fácil y permiten más ingresos y hay otras por las que los pacientes van a salir con problemas. Esta es una de ellas. Es una enfermedad larga, de larga estancia en UCI (ha habido enfermos con hasta 45 días), con una pérdida de calidad de vida posterior en determinados pacientes. Todo eso se valora», explica Braulio Álvarez.
Según las cifras oficiales, a las siete personas que ayer permanecían ingresadas hay que sumar 279 altas y ello sin contar las sospechas. «En este mes y medio han ingresado más de 400 pacientes con sospecha de coronavirus. Eso es muchísimo», subraya Alberto Bahamonde. La carga de trabajo ha sido brutal y con enfermos que requieren mucha más atención y recursos. «Generan una carga de trabajo doble. Un solo médico no puede ver a catorce pacientes aislados, por eso estamos trabajando en equipos de dos. Uno entra en las habitaciones y otro recoge los datos para poder hacer un seguimiento en condiciones», explica el jefe de Medicina Interna. Su servicio ha jugado un papel nuclear en la lucha contra el virus y a día de hoy mantiene dos plantas dedicadas a ello, aún con pocos pacientes.
En una de las plantas covid están los pacientes que han dado positivo en la PCR. En la otra, las sospechas, es decir, personas con PCR negativa pero con sospecha de tener coronavirus. «Esos pacientes se manejan igual». Y es que esta enfermedad «a veces tiene unas manifestaciones muy polimorfas», puntualiza Alberto Bahamonde. «Lo típico es una infección respiratoria, pero hay otros síntomas que no sugieren que una persona lo tenga. Por eso, ha habido personas que han debutado con coronavirus en el hospital. El riesgo cero es imposible».
Otra de las peculiaridades de la covid-19 es que «genera una facilidad muy grande para desarrollar trombosis en diferentes zonas del organismo», detalla el jefe de Medicina Interna. Por eso, se están dado reingresos de pacientes ya dados de alta por patologías trombóticas. También hay «algún paciente en el que el progreso respiratorio ha sido favorable, marcha bien y vuelve con inflamación pulmonar. Son los menos pero hemos tenido», añade el internista. A ello, el jefe de Medicina Preventiva suma otro factor. «Estamos viendo reactivaciones a nivel de virus. Tenemos pacientes con PCR negativizada que por una intervención quirúrgica o un traslado, también se ha visto una reactivación a nivel de transmisión en nasofaringe».
Ahora, el Hospital El Bierzo se prepara para la nueva fase en la que tendrá que ir recuperando la actividad normal. «La semana que viene todo el hospital presentará su planes de contingencia de cómo organizarnos», dijo Alberto Bahamonde. Se priorizará lo telefónico sobre los presencial en los casos que sea posible y se irá liberando de carga a los profesionales del hospital, además de reestructurar algunas áreas. «Nos estamos preparando para bajar el nivel de intensidad, pero estamos en alerta para vigilar lo que pueda venir. Hay que intentar que esto no vuelva a ocurrir, me refiero a este gran acoso al que se nos ha sometido. Porque nosotros no hemos sido héroes. Nosotros hemos sido unas víctimas como todos. Los héroes son voluntarios, nosotros no queríamos hacer esto porque no queríamos ver morir gente», sentenció el jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos, apelando a la responsabilidad de los ciudadanos ahora que avanza la desescalada.
«Ahora mismo estamos preparados. Tenemos camas de UCI libres, tenemos soporte del Hospital de la Reina, epis suficientes, organización y podemos abordar un repunte. Pero eso es ahora. Estamos poniendo los medios en el área sanitaria, pero todo se va al traste si nos relajamos y en un momento dado no tenemos capacidad para controlarlo», aseguró el jefe de Medicina Interna.