Consecuencias
La esperanza de vida en España cae a niveles de 2015 por culpa de la pandemia
Un estudio de UCLA analiza el impacto del virus en trece países, donde el peor parado es Bélgica, que pierde casi un año
Las consecuencias de la Covid-19, cuyo final parece más cerca, comienzan a notarse en algunos de los diferentes marcadores que retratan los aspectos de nuestra sociedad. Uno de ellos es la esperanza de vida, no solo en España sino en algunos de los Estados que más se han visto golpeados por el virus en Europa y América. Patrick Heuveline y Michael Tzen, investigadores en dinámicas de población y estadística en la Universidad de California Los Angeles (UCLA), han analizado el impacto de la pandemia en trece países y varios Estados norteamericanos. Y han llegado a la conclusión de que la esperanza de vida baja en todos los países. España pierde 0,71 años, mientras que Bélgica sería el país más perjudicado (-0,976 años) y Alemania, el que menos (-0,114 años).
Estos países han visto cómo en las últimas décadas la esperanza de vida no ha dejado de crecer de forma constante, salvo algún pequeño valle. Así se aprecia en las gráficas del Banco Mundial correspondientes a 2018. Ese año, la esperanza de vida de los belgas era de 81,59 años. Tras el paso de la Covid-19, este dato baja hasta los 80,6 años. Hasta el año 2013. La caída en España es algo inferior: de los 83,3 años pasa a los 82,62, marca cercana a la registrada en 2015 (82,8 años).
Además de los belgas, esta clasificación la completan Brasil y el Reino Unido. El gigante sudamericano, donde el presidente Jair Bolsonaro está enfrentado a casi todos los gobernadores estatales por las medidas de confinamiento, perdería 9,3 meses de esperanza de vida y se colocaría en los 74,89 años, dato de 2015. En cuanto a los británicos, su esperanza de vida pasaría de 81,35 años en 2018 a los 80,6 años, cifra cercana a la registrada hace un lustro.
Los investigadores estadounidenses de este trabajo, publicado en el repositorio 'medRxiv' sin ser sometido a una revisión de pares, reconocen que necesitan más tiempo y datos para afianzar el estudio, que califican de "provisional". "Va a tener sus efectos, pero creo que no serán a largo plazo", apunta el catedrático de Geografía Humana y presidente de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Rafael Puyol. "Si repercute, será también en el crecimiento vegetativo de este año y parte del próximo. El virus también va a afectar a los índices de natalidad. Ahora mismo la tasa en España es de 1,25 niños. Y si baja más será muy perjudicial", explica el catedrático, que también ve otro efecto negativo de la Covid-19 en la inmigración. "Después de que se haya recuperado este parámetro, ahora la gente no va a querer venir", se lamenta.
Semejanzas "Es un accidente coyuntural a corto plazo, no tan a largo como puede ser la economía o la natalidad", coincide el investigador del Centro de Estudios Demográficos (CED), Pau Miret. "Es una caída leve, pero solo si recuperamos cierta normalidad social que vendrá con las vacunas o los medicamentos". Además, "tenemos que evitar que los contagios lleguen a las personas más vulnerables", explica este sociólogo, que recalca la "provisionalidad" de los datos y que están tomados de una foto fija cuando la pandemia estaba golpeando con toda su dureza en Europa. "En EE UU y América Latina, sobre todo Brasil, no han hecho ningún tipo de control. Esperan a que lleguen las vacunas o que haya inmunidad. Pero en España se ha visto que la inmunidad es muy baja (5%)", reflexiona Miret.
El investigador del CED considera que "algo similar" puede ser el impacto en la población que tuvo la gripe de 1918. "Duró mucho, con rebrotes en 1919 y 1920", apunta. Por su parte, Puyol ve ciertas similitudes en el impacto que el VIH tuvo en la esperanza de vida del Africa subsahariana en los ochenta. "Pero no duró mucho tiempo", afirma.
El estudio de UCLA solo es una parte del impacto que está teniendo la pandemia en la sociedad, que se irá reflejando en estudios posteriores. Un ejemplo más cercano se conoció la semana pasada. El Ministerio de Seguridad Social publicó que había 38.508 pensiones contributivas menos en mayo que las registradas en abril. Era la primera vez que sucedía en la serie histórica y se achacó a la pandemia. Se debe, por un lado, a que más el 80% de los fallecidos por el SARS-CoV-2 tienen más de 70 años y, por otro, a que el cierre de todas las oficinas ha impedido que se registren nuevas solicitudes de pensiones.