En la montaña y los ríos
Con la mascarilla en la mano «por si se acerca algún oso»
Los aficionados a la pesca y al senderismo rompen la soledad del encierro en el campo
Con la mascarilla a mano «por si se acerca a saludar algún oso» y sin desviarse de las rutas habituales, Julio Linares volvió ayer a la montaña. Desde que El Bierzo entró en la fase 1, hace ya casi dos semanas, ha salido varias veces por semana. «Y en la O, a las seis de la mañana ya estaba en la cumbre del Pajariel», apostilla.
Este ponferradino comparte pasión con el Club Pandetrave de Sariegos que tiene como misión específica la promoción del montañismo inclusivo. Los aficionados a la montaña y a la pesca han sido los primeros en romper el silencio (de humanos) acumulado durante dos meses de confinamiento estricto, ahora aliviado por las licencias de la fase 1.
«Estuve hace unos días en la zona de Balboa, concretamente en O Porteño, límite con Lugo, que tiene cuatro casas y tres son de León y una de Lugo», comenta. Su vista se alivió contemplando de nuevo el pico de Peña Rubia, también límite de provincias. Ayer eligió, de nuevo en solitario, el valle de Fornela. Anduvo trotando por el pico Teso Mular, y luego se acercó al refugio de El Cuadro, cerca del puerto de Cienfuegos, cerca del piso Miravalles y que da paso a Asturias.Sin traspasar la frontera provincial. Que aún no está permitido.
También los ríos leoneses han gozado esta semana y ayer sábado con más intensidad de la compañía humana. Rubén Santos Becerro madrugó para lanzar la caña al Boeza. «Había ganas después de dos meses y medio de encierro», comenta.
Muy concurrida estuvo también la ribera del Órbigo en el coto reservado entre el puente de la histórica gesta de Don Suero en Hospital y la presa de Santa Marina del Rey. El día acompañó. ¡Qué más se puede pedir!