De las pizzas y bombones a los pantalones impermeables

La avalancha de donaciones que recibió el Hospital leonés durante la crisis del coronavirus se ha ido frenando en las dos últimas semanas. Salvo las cajas de botellines de agua y cremas que remitirá un laboratorio en unos días, el complejo asistencial no espera ya agasajos con decenas de pizzas, bombones, tortillas de patatas, caramelos, cestas de frutas y hasta bocadillos de jamón que llegaron para atender a la plantilla de profesionales. Tampoco los pantalones impermeables de una gran cadena de deporte, ni los cientos de mascarillas, pantallas y batas caseras que donó la población de forma altruista.

Todo ello se ha registrado exhaustivamente en el programa de compras «y lo que no hayamos utilizado, se le dará un buen uso más adelante», reconoce la directora de Gestión, Eva María Santos, que se encargó de lunes a domingo del control del almacén hospitalario y de su ampliación ante la cantidad de envíos.