La consejera pide apoyo a los alcaldes para afrontar con seguridad el avance a la fase 2

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, confirmó ayer el pase a la fase 2 de toda la Comunidad de Castilla y León a partir del próximo lunes 8 de junio. De esta forma toda la provincia pasará a esta nueva fase en la que ya se encuentran desde el pasado lunes las comarcas del Bierzo y Laciana. Sin embargo, la Junta advierte que los pasos hacia adelante deben darse con todas las cautelas. Así, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha remitido una carta a todos los alcaldes y presidentes de diputación en la que explica la actual situación de la pandemia del coronavirus y pide el apoyo de los regidores para poder llevar adelante los planes de actuación de la Junta para los próximos meses.

Casado precisa que el objetivo es afrontar con seguridad la nueva etapa asistencial que comenzará el próximo lunes. Por eso recuerda a los alcaldes que el Covid-19 está «todavía muy presente» por lo que recomienda seguir siendo «altamente precavidos» en las actuaciones que desarrollen dentro de los respectivos marcos competenciales para evitar cualquier situación de riesgo y prevenir nuevos contagios. «Hasta que no dispongamos de un tratamiento eficaz contra el coronavirus y no dispongamos de vacuna efectiva toda medida de prevención y protección es necesaria».

La consejera advierte que Castilla y León ha sido una de las comunidades más afectadas por el virus, según el estudio de seroprevalencia del Ministerio de Sanidad, lo que ha llevado a la Junta a ser prudente durante todo el proceso de desescalada. «Este alto impacto se ha visto compensado por el gran esfuerzo realizado desde los servicios sanitarios para reducir sus efectos en nuestros ciudadanos».«Así, pese a ser de las comunidades más afectadas la letalidad del virus en nuestro territorio es inferior a la media nacional», explica la titular de Sanidad que reconoce asimismo que la «enorme implicación» de los ciudadanos».

Casado explica a los alcaldes que la intención del Gobierno regional es comenzar a «recuperar poco a poco» actuaciones que han modificado su funcionamiento habitual durante la pandemia, «siempre con las máximas medidas de seguridad» y desde el reconocimiento de que los rebrotes son «una posibilidad muy real» lo que llevaría a dar marcha atrás si las circunstancias lo exigen.

En relación a las «numerosas cuestiones y dudas» sobre la desescalada sanitaria en Atención Primaria que han planteado directamente varios alcaldes o la Federación Regional de Municipios, la consejera señala en su carta que en esta nueva etapa la prioridad es que la organización del centro de salud y la asistencia favorezca la seguridad de los pacientes y los trabajadores en todo momento. Para ello, se van a adoptar una serie de medidas que detalla en la misiva y que se centran en mantener las citadas medidas de seguridad, como Epis, mascarillas, guantes o soluciones hidroalcohólicas.

El plan de la Consejería de Sanidad contempla mantener los circuitos diferenciados de atención para pacientes con sospecha de infección respiratoria y otros compatibles con la infección Covid, tal y como exige el Ministerio de Sanidad para pasar de fase, recomiendan las sociedades científicas y también los expertos de la Junta.

El tercer punto, consiste en garantizar que en las salas de espera se guarde entre pacientes la distancia de seguridad de 1,5 a 2 metros, con posibilidad disponer mamparas o biombos si no existe la posibilidad de guardar la distancia en algún momento de más afluencia. «Hay que asegurar también la distancia entre los profesionales en los lugares comunes», recuerda Casado que ha informado de que se va a distribuir cartelería informativa con instrucciones para los pacientes que acudan al centro con síntomas respiratorios, y sobre medidas de higiene de manos, uso de mascarillas, o distancia personal.

Otra de las medidas será reducir el tránsito de pacientes, así como el número de acompañantes a lo estrictamente necesario. Además, se va a exigir a los pacientes y acompañantes que acudan al centro sanitario con mascarillas FFFP2 con válvula, que protege al portador, pero no al resto de personas del entorno lo que exhala el portador, que se las quiten, sustituyéndola por una mascarilla quirúrgica o bien poniendo encima una quirúrgica.