Sánchez, alarmado por las actividades del rey emérito, sale en defensa de Felipe VI
El PSOE, un partido con genética republicana, ha sido clave para la estabilidad de la institución durante 40 años
Pedro Sánchez no oculta su preocupación por las «inquietantes» informaciones acerca de los negocios del rey emérito. Aunque dentro del desasosiego que crean esas noticias de las actividades presuntamente ilícitas, encontró un factor positivo en la decisión de la Casa del Rey de «marcar distancias» con la conducta de don Juan Carlos de Borbón para no arrastrar a la Corona por la pendiente del descrédito. Una postura que «agradezco», reconoció.
El presidente del Gobierno ofreció ayer una conferencia de prensa en la Moncloa con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y tenía la respuesta medida y estudiada para no dejar resquicios a la comprensión con las operaciones financieras del primer rey tras la dictadura franquista e impulsor de la transición a la democracia.
«Estamos siendo testigos de informaciones inquietantes que nos perturban a todos. A mí también», declaró para dejar claro el estado de ánimo que se ha instalado en el Gobierno. Ni mencionó la cautela de la presunción de inocencia a la que aludieron la víspera la portavoz gubernamental y el ministro de Justicia.
Las comisiones pagadas en forma de regalos por el rey de Arabia Saudí y de otros gobernantes de la zona, la creación de fundaciones opacas, la apertura de cuentas en paraísos fiscales, las donaciones a su examante Corinna Larsen y a su hijo, la creación con sus testaferros de un entramado bancario en Suiza para gestionar la fortuna oculta y demás noticias sobre las actividades del rey emérito han activado las alarmas en la Moncloa. Sobre todo porque el papel de los dirigentes PSOE, un partido con genética republicana, en defensa de la Monarquía ha sido clave para la estabilidad de la institución durante los últimos 40 años.
Sánchez mantuvo ayer esa postura y alabó la línea de actuación escogida por Felipe VI para preservar la Corona a costa de repudiar a su padre. A su entender, la Casa del Rey «está marcando distancias frente a esas informaciones inquietantes y perturbadoras».
Se refería a la decisión hecha pública el pasado 15 de marzo de retirar la asignación anual de casi 200.000 euros y de renunciar a la herencia.
Pero desde ese anuncio, el Rey y la Zarzuela mantienen un hermético silencio sobre don Juan Carlos de Borbón, que sigue instalado en la residencia del jefe de Estado. No se conocen, si es que se han adoptado, nuevas medidas de distanciamiento de Felipe VI respecto a su padre.
El presidente del Gobierno también quiso aplaudir la actuación de los medios de comunicación «que no miran para otro lado, y se hacen eco de las informaciones», a diferencia de lo que ocurría hasta hace solo unos años, en los que las actividades del Rey solo merecían elogios. Asimismo, se felicitó de que la justicia «esté actuando» y no se haya cruzado de brazos. Sánchez se refería a la investigación abierta por el fiscal del Tribunal Supremo Juan Ignacio Campos a partir de las pesquisas iniciadas por su colega suizo Yves Bertossa en 2018.
A finales de agosto o primeros días de septiembre, según informó ayer la cadena Ser, Campos concluirá su trabajo y decidirá si pide al alto tribunal que abra una causa penal contra el rey emérito por blanqueo de capitales y delito fiscal. Antes, es posible que Juan Carlos de Borbón sea citado a declarar como testigo en la investigación que se instruye en el juzgado de Ginebra.
El líder de la oposición también se refirió hoy al caso, pero para ensalzar a Felipe VI y su trayectoria «ejemplar y transparente en estos seis años de reinado». Del rey emérito, nada dijo Pablo Casado.