Ayudas
Educación destina 40 millones para reforzar a los alumnos más vulnerables
El dinero buscar paliar durante el próximo curso el impacto negativo provocado por la crisis del Covid sobre estos escolares.
El Consejo de Ministros aprobó hoy una inversión de 40 millones de euros para reforzar durante el próximo curso a los alumnos más vulnerables y permitir a los centros educativos tomar medidas para que la crisis provocada por la epidemia de Covid no aumente el fracaso escolar y el abandono temprano de los estudios.
El fondo, que el Ministerio de Educación distribuirá entre las comunidades autónomas, por ser las que ejercen las competencias educativas, tiene entre sus principales objetivos paliar el impacto negativo que los meses de confinamiento y el tercer trimestre del curso con docencia telemática han provocado en los alumnos más afectados por la brecha tecnológica y social.
También persigue ayudar a los centros en los múltiples medidas que tendrán que tomar para conseguir un inicio de curso dentro de la 'nueva normalidad', como la adaptación de currículos a las competencias clave y los aprendizajes fundamentales, los refuerzos en las materias importantes que se dejaron de impartir desde marzo pasado, el desdoblamiento de clases para adaptarse a las exigencias de la distancia social contra la Covid, o las necesidades de más docentes y su formación en enseñanza telemática.
Entre las propuestas del proyecto, denominado PROA+, está establecer planes de acompañamiento, motivación y refuerzo escolar personalizado para el alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo, como actuaciones con monitores y alumnos-mentores que complementarán el trabajo de los profesores y deberán mejorar la motivación, la autoestima y las perspectivas escolares de estos estudiantes.
Otro de los planes busca lograr una mayor implicación y colaboración de las familias y los entornos sociales con los esfuerzos del colegio o instituto y las actividades educativas de estos estudiantes, de cara a prevenir el abandono temprano de los estudios.
La distribución de los 40 millones entre las comunidades ha tenido en cuenta en un 50% el número de alumnos que cada autonomía tiene escolarizados en Primaria y Secundaria, en un 20% el porcentaje de alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo, en otro 20% su porcentaje de repetidores, y ha reservado el 10% restante para repartirlo según el grado de dispersión de la población de cada región, de cara a apoyar a la escuela rural.