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Sánchez-Casado: una reunión con pocas posibilidades de acuerdo

Publicado por
León

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Seis meses después del último encuentro en la Moncloa entre Pedro Sánchez y Pablo Casado, la agenda política se engrosa y las opciones de acuerdo se mantienen en mínimos. Si el Gobierno pretende «pulsar» entre mañana y pasado la disponibilidad de los partidos para negociar los Presupuestos, no habrá entendimiento posible entre el jefe del Ejecutivo y el líder del principal partido de la oposición. Tampoco parece probable que la cita de hoy entre ambos vaya a servir para desbloquear algunos órganos pendientes de renovación como el Consejo General del Poder Judicial.

Lo que unos y otros tratan de construir son los argumentos que sostengan sus posiciones. El líder del PP está citado a las diez de la mañana en la Moncloa y, si bien «escuchará», su línea roja para participar en la negociación presupuestaria choca con la composición del actual Gobierno. «Si rompe con Podemos -sintentizó ayer en Antena 3 su mensaje a Sánchez-, podríamos hablar de los Presupuestos».

En las filas conservadoras subrayan que la decisión «está tomada», que «bajo ningún concepto» Casado cambiará de parecer en las próximas semanas o meses. En primer lugar, porque siendo las cuentas públicas la plasmación del proyecto de un Ejecutivo, en Génova entienden que apoyarlas supondría «desaparecer como alternativa». Ese fue, de hecho, el reproche que Casado trasladó ayer en público al presidente del Gobierno: el estar buscando el respaldo «gratis» del PP para hacer que se desvanezca como oposición.

Pero también apuntan fuentes populares a la dificultad de hacer entender a su propio electorado un acuerdo de la envergadura de los Presupuestos con Sánchez en la Moncloa y Unidas Podemos en el Consejo de Ministros. «No sólo tenemos proyectos radicalmente distintos, sino que el presidente y su socio concitan tanta animadversión entre los nuestros que se hace realmente complicado», apunta un cargo del PP, que explica así que la presencia de Pablo Iglesias en el Gobierno sea uno de los principales motivos que esgrime Casado para justificar el no a los pactos.

«Somos antagónicos», insisten en la dirección del PP, donde marcan también distancias con la revisión del CGPJ, un asunto que, junto a la renovación del Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo y RTVE, Pedro Sánchez ha introducido en el orden del día del encuentro.

El órgano de gobierno de los jueces lleva pendiente de actualización desde que su mandato expiró a finales de 2018 y su puesta al día exige el consenso entre PSOE y PP. En realidad, ya hubo un intento de acuerdo. El pacto, sin embargo, acabó en fracaso y, después, las conversaciones quedaron bloqueadas.

En enero, el nombramiento de la exministra de Justicia, Dolores Delgado, como fiscal general proporcionó un argumento adicional a los populares para enfriar la posible negociación. Y, aunque los contactos se retomaron en verano, Casado apunta ahora a la formación de Iglesias como obstáculo para aproximar posturas. «Podemos ha sido imputado por financiación ilegal, ha pedido la abdicación del Rey, que se retome la mesa de autodeterminación y que Bildu sea un socio homologable para los Presupuestos. ¿Cómo vamos a renovar las instituciones con un Gobierno que tiene de vicepresidente al partido que hace todo esto?», descartó este martes el líder del PP.

En las filas conservadoras, sin embargo, algunos dirigentes consideran que la estrategia de apostarlo todo a un tipo de oposición férrea, aun con la vista puesta en no abrir huecos en el espacio de la derecha, entraña riesgos.

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