PSOE y Podemos presentan una comisión de investigación para analizar el caso ‘Kitchen’
Esquerra promete a Sánchez «aguantar» si el PSOE abandona su intención de pactar los presupuestos con Cs
El PSOE ha decidido dar el paso de presentar en el Congreso una solicitud de comisión investigación sobre el denominado ‘caso Kitchen’, las supuestas maniobras del Ministerio del Interior del Gobierno de Mariano Rajoy para hacerse con pruebas del extesorero Luis Bárcenas.
Este martes, formaciones independentistas, nacionalistas y Más País-Equo anunciaron que iniciaban contactos para presentar en el Congreso una comisión de investigación sobre este caso, y también desde Unidas Podemos dijeron compartir la necesidad de que esa investigación parlamentaria.
En ese momento, la portavoz del PSOE, Adriana Lastra, admitió que no descartaba apoyar la petición de las minorías, pero prefería estudiar «bien» el informe de la Fiscalía y el sumario. Este miércoles fuentes de la dirección del Grupo Socialista han confirmado a Europa Press que se ha decidido presentar esa solicitud. La previsión es hablar con Unidas Podemos y los demás grupos parlamentarios para asegurarse que la iniciativa cuente con un respaldo mayoritario.
En principio, incluso Ciudadanos no descarta su apoyo, pero su portavoz adjunto, Edmundo Bal, ya adelantó que también debería investigarse a financiación de Podemos, algo que el PSOE ha rechazado siquiera debatir en el Pleno del Congreso. Según dijo Lastra este martes, el presidente del PP, Pablo Casado, debe «rendir cuentas» de la operación «orquestada» por el Gobierno de Rajoy y la dirección del PP para «destruir» pruebas de su extesorero Luis Bárcenas relativas a la contabilidad en B de su partido y que ahora está investigando la Justicia. «Es una trama corrupta del PP contra el Estado, las instituciones y la democracia y lo que exigimos a Casado es que salga cuanto antes a dar explicaciones» por haber ocupado, según Lastra, un puesto de «mucha responsabilidad» en la dirección del partido en aquel momento.
Pero también añadió en su rueda de prensa que Casado debe detallas los contactos que su secretario general, Teodoro García Egea, mantuvo con el ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez.
Exigencias de Esquerra
Esquerra aprieta. Y lo hace a sabiendas de que Unidas Podemos desconfía de un pacto presupuestario que incluya a Ciudadanos. Lejos de descartarse de la negociación de las cuentas públicas, Gabriel Rufián insinuó ayer su voluntad de llegar a un acuerdo siempre y cuando el Gobierno no busque para esta empresa el apoyo de Inés Arrimadas. «Les pido que aguanten, porque si aguantan —garantizó en el Congreso— nosotros aguantaremos».
Ese mensaje en tono de promesa fue de las pocas novedades que dejó tras de sí una sesión de control al Gobierno, la primera del curso parlamentario, de previsible confrontación. Hace unas semanas, el PSOE había dado casi por pérdidos a los republicanos de Oriol Junqueras, inmersos en la precampaña difusa de Cataluña hasta que se convoquen los comicios. Esquerra, sin embargo, lanzó hoy señales en sentido contrario. El Gobierno conoce sus condiciones de partida para hablar de los Presupuestos y alguna no ha caído en saco roto. La principal, la reactivación de la mesa de diálogo con la Generalitat, ha sido, de hecho, atendida. Este mismo lunes, Pedro Sánchez se puso en contacto con el presidente catalán, Quim Torra, para organizar un encuentro del foro bilateral «en los próximos días en Barcelona». El otro requisito de Esquerra, en cambio, que en realidad es más la expresión de su incompatibilidad con Ciudadanos, no parece entrar en los planes del jefe del Ejecutivo. Sánchez no dio muestras de que vaya a excluir a los liberales del consenso de las cuentas públicas. «Queremos unos Presupuestos progresistas de país que alcancen un acuerdo lo suficientemente amplio en esta Cámara, porque evidentemente la sociedad española está demandando eso», advirtió. También abogó por superar «la dialéctica ideológica». Su discurso tenía a Esquerra como destinatario. Pero también habría servido para replicar a Pablo Iglesias, que ha dejado nítidas sus diferencias de enfoque y su apuesta por cerrar los Presupuestos con las fuerzas políticas que permitieron la investidura en enero y no con Inés Arrimadas. Es la razón por la que Rufián apeló a Unidas Podemos: «¿No se dan cuenta de que esta operación, la de revivir a uno de los partidos de la derecha, va más allá de los Presupuestos? Que la operación es que el PSOE pueda escoger en los próximos diez años entre ustedes o Ciudadanos».
LA FOTO DE COLÓN
Sánchez sí quiso entonces sacudirse la presión. Marcó distancia política con el partido de Inés Arrimadas y recordó que los liberales ya han elegido al PP como socio estable de gobierno en territorios en los que incluso ganó el PSOE. «Claramente -zanjó- no se han salido de la foto de Colón». Pero para los Presupuestos, las puertas quedaron abiertas. También cerró filas con su aliado en el Consejo de Ministros. Fue en la réplica al PP, que ve en las tesis de Iglesias sobre la monarquía un obstáculo para acordar la renovación del Consejo General del Poder Judicial. «Unidas Podemos cumple con la Constitución, y ustedes, no», espetó a Pablo Casado. El líder de los populares entiende, sin embargo, que lo que Sánchez le pide es una «rendición incondicional».