LA RUPTURA QUE CON LA INFANTA
La ruptura entre padre e hijo es un hecho. Como la fue entre don Felipe y su hermana Cristina. A ella la despojó en 2015 del título de duquesa de Palma que le había concedido don Juan Carlos con motivo de su boda con Urdangarin en 1997. Al emérito, a quien nunca se le encontró encaje con el relevo en la jefatura del Estado también lo apartó.