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El día después

El discurso vuelve a dividir a los socios del Gobierno y une a la oposición

El PSOE anima a Felipe VI a avanzar en la renovación mientras Podemos solo ve "propaganda" en sus palabras

Publicado por
Ramón Gorriarán | Colpisa

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El PSOE anima a Felipe VI a avanzar en la renovación mientras Podemos solo ve "propaganda" en sus palabras Madrid, 25 dic. (COLPISA, Ramón Gorriarán) Como era de esperar, el discurso navideño de Felipe VI confirmó que los dos socios del Gobierno tienen una visión contrapuesta del modelo de Estado. Los socialistas compartieron "lo fundamental" de las palabras del Rey. No podía ser de otra manera dado que el mensaje estaba visado y refrendado por la Moncloa. Para Unidas Podemos, en cambio, fue "la nada" hecha discurso.

Las reacciones de las fuerzas políticas al mensaje del monarca fueron las previsibles. Las habrían podido dejar dichas, escritas o grabadas antes de que el Rey hablara en Nochebuena a las nueve de la noche. Satisfizo a los defensores de la monarquía parlamentaria y dejó insatisfechos a los republicanos. El foco de atención estaba puesto en lo que pudiera decir de su padre, y para el PSOE y toda la oposición fue suficiente. Mientras que para Unidas Podemos, nacionalistas, independentistas y otras fuerzas de izquierda fue una alusión paupérrima. Nada nuevo.

El Gobierno estuvo de acuerdo en que Felipe VI no podía ir más allá de la referencia a que "los principios morales y éticos de nuestras conductas nos obligan a todos sin excepciones; y están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares". Los socialistas no reclamaron más respecto al rey emérito en su valoración del discurso. Solo pidieron no quedarse ahí y avanzar. La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, confió en que el Rey seguirá adelante en "la renovación de la institución monárquica iniciada desde el principio de su mandato" para que la monarquía parlamentaria se convierta en "una institución del siglo XXI a plena satisfacción de todos los ciudadanos".

Pura "propaganda", fue la cáustica síntesis de Unidas Podemos. Rafael Mayoral, uno de los portavoces del partido morado, tachó de "publirreportaje" la intervención de Felipe VI porque eludió la, a su entender, una pregunta fundamental: "¿Es la institución monárquica una herramienta idónea para delinquir?" Reprochó al Rey que callara los "escándalos" de su padre, un silencio que prueba que la Jefatura del Estado funciona "sin control, ni control democrático a través de las urnas ni control judicial".

En la misma línea incidió el portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, que se quejó de que no hubiera "condenado explícitamente las actividades corruptas de Juan Carlos I y su evasión fiscal". El Rey, escribió en Twitter, "nos ha dicho un montón de cosas que ya sabíamos y, respecto del elefante en la habitación, se ha citado a sí mismo en 2014... como si no hubiera novedades".

Las diferencias entre los dos socios del Gobierno cuando se trata de abordar la monarquía parlamentaria son moneda corriente y no tendrán repercusión en su cohabitación. "Somos dos partidos distintos, con culturas políticas diferentes", responde siempre que se le pregunta Pedro Sánchez para minimizar las discrepancias sobre un asunto no menor, como es el modelo de Estado. Sería una sorpresa que en esta ocasión la desavenencia tuviera consecuencias.

Cierre de filas Donde no hubo disparidad de criterios fue en la oposición, que elogió sin fisuras el mensaje de Felipe VI. "Impecable", dijo el líder del PP. Fue, según Pablo Casado, el discurso de "esperanza, futuro e ilusión" que necesita España en este momento. Para el dirigente de Ciudadanos Carlos Carrizosa fue el mensaje de "un estadista", y consideró que el Rey, aunque no citó a su padre, "se desmarcó clarísimamente" de él. Santiago Abascal no entró en disquisiciones y se limitó a reproducir en Twitter un párrafo del discurso y culminarlo con un "VivaElRey". Para el líder de Vox, lo más destacable fue la alusión a que "no somos un pueblo que se rinda o se resigne en los malos tiempos" porque "con esfuerzo, unión, y solidaridad España saldrá adelante".

Si unánime fue el aplauso de la oposición, también fue unísono el rechazo nacionalista e independentista. El PNV, "socio estratégico" de Sánchez, consideró que el monarca no tuvo "transparencia ni claridad". Su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, se quejó de que Felipe VI "no se haya mojado" con los asuntos que acucian a la Corona, sin pasar siquiera "de puntillas" por las actividades financieras del rey emérito o las llamadas golpistas de grupos de militares retirados.

Para Esquerra, el mensaje navideño del Rey alimenta que "Cataluña sea cada día es más republicana". Gabriel Rufián, portavoz de los republicanos en el Congreso, se preguntó con ironía en Twitter: "¿Ha colado el DiscursoDelRey?". La candidata de JxCat para las elecciones de febrero, Laura Borràs, ratificó que tras escuchar a Felipe VI se comprende mejor por qué "los catalanes no tenemos rey" y añadió a modo de explicación que con su "silencio" es "cómplice" de su padre. El diputado del Bloque Nacionalista Galego Néstor Rego también fue sintético y consideró "ridículas" las apelaciones del jefe del Estado a la ética y la moral.