Francia ordena la detención del etarra Aitona a las pocas horas de liberarlo

El etarra, reclamado por España, estaba en la prisión de Gradignan (Burdeos), donde se encontraba encarcelado desde su detención el pasado 19 de abril en Ciboure (País Vasco francés). El pasada lunes 27 de mayo, dentro del plazo de cuarenta días fijado por el convenio europeo de extradiciones, un consejero de la Embajada de España en París entregó una primera reclamación dictada por la Audiencia Nacional en el Quai de Orsay, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores francés. Este expediente había sido aprobado el viernes 24 de mayo por el Consejo de Ministros, y obedecía a la imputación por el asesinato de un policía en Pamplona el 17 de abril de 1982. Las autoridades francesas no le dieron curso al tribunal competente, por considerar en un examen preliminar que el crimen estaba prescrito. Se aplicó el plazo de prescripción de diez años fijado por la legislación gala para los asesinatos cometidos en aquella fecha cuando la vigencia penal para estos supuestos es de veinte años en España. El artículo 62 del convenio de Schengen establece que el plazo que ha de regir es el fijado en las leyes del país peticionario. Pero Francia no aplica el tratado, que entró en vigor en el año 1994, a los hechos cometidos con anterioridad a esa fecha. Peticiones de extradición Al decaer por la alegada prescripción la primera de las ocho ordenes internacionales en contra de Zaldua debía haber entrado la siguiente de manera automática en el ordenador, que sólo admite la aparición en pantalla de un mandato. Pero por una razón no determinada esto no se produjo y las autoridades galas ordenaron la excarcelación, ya que el reclamado no tiene causas pendientes en Francia. Siempre según la versión de las fuentes citadas, los responsables galos se dieron cuenta del entuerto a las pocas horas y de inmediato dictaron una orden de detención en contra de Zaldua. «Nos han dicho que desde el viernes es la persona más buscada en Francia», subrayaron sin entrar a endosar culpas por lo ocurrido. Ya con Aitona en libertad, el Consejo de Ministros acordó el pasado viernes solicitar a Francia una ampliación de extradición, esta vez por el asesinato del alcalde de Olaberria, José Antonio Vivó Undabarrena, perpetrado el 6 de febrero de 1979. Zaldua Korta, de 53 años, está implicado por la Policía española en un total de 16 asesinatos cometidos entre 1978 y 1984. El ministro del Interior, Mariano Rajoy, afirmó cuando fue detenido que Aitona había vuelto a Francia desde Uruguay, reclamado por la dirección de la banda ETA para reforzar el aparato logístico. En el momento del arresto no estaba armado ni tenía documentos de identidad falsos, y en el registro domiciliario no se encontraron elementos incriminatorios de actividades delictivas en territorio galo.