Gibraltar consultará un acuerdo España-Reino Unido
El ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, se tomó ayer en serio la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque y amenazó al Gobierno británico con convocar un referéndum paralelo al que organizaría Londres en un futuro una vez que el Reino Unido y España lleguen a un acuerdo sobre el futuro de la colonia. «Si el Gobierno británico hace concesiones sobre nuestros futuros derechos políticos con España y en contra de los deseos del pueblo de Gibraltar, convocaremos un referéndum» posterior al acuerdo, advirtió Caruana en declaraciones al diario británico The Times. Con el anuncio de una consulta inmediata al margen de su metrópoli, Gibraltar desafió al Reino Unido, partidario de organizarla como mínimo dentro de dos años. Caruana teme que con el paso del tiempo los gibraltareños cedan y acepten como «inevitable» la soberanía compartida. El Gobierno español no reconoce como tal ese referéndum y el británico tampoco está muy por la labor de convocarlo, a pesar de haberse comprometido hace años con los «llanitos» en consultarles cualquier cambio de estatus. Según fuentes del Ministerio de Exteriores británico citadas por el periódico británico, la población gibraltareña tendrá la última palabra sobre su futuro, pero el resultado de cualquier consulta convocada al margen del Gobierno de Tony Blair será inválida. A pesar de ello, Caruana insistió en que el referéndum que él organizaría sería inmediato y contaría con «cierta supervisión externa para asegurarnos de que nadie impugna sus resultados». Un día después de que se conociera que el Gobierno del Reino Unido ha reclamado a Gibraltar sus datos financieros para comprobar que no es un paraíso fiscal, Josep Piqué denunció que el actual estatus de la colonia «no es sostenible desde el punto de vista financiero y comercial». En la Roca están inscritas 81.000 empresas que manejan 8.100 millones de euros a pesar de tener sólo 30.000 habitantes. Para el ministro de Asuntos Exteriores español, la estabilidad del istmo dependerá de su futura «incorporación a la Unión Europea y aduanera».